Ley Antipiratería

Consumir productos culturales piratas cuenta con «menor reproche social»

El consumo de productos culturales piratas no tiene el reproche social de otras actividades ilícitas, como prueba el hecho de que uno de cada tres internautas considere que con sus descargas no está "haciendo daño a nadie"ni realiza una actividad censurable.

Así se desprende del artículo "Medios digitales y propiedad intelectual: amenazas y oportunidades estratégicas para las empresas culturales", publicado por Miguel Ángel Sastre e Ignacio Danvila, ambos profesores de la Universidad Complutense de Madrid, en el último número de la revista Economía Industrial, del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

El número 389 de esta publicación está dedicado íntegramente al "Impacto de las TIC (Industrias Culturales y las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) en las industrias de la cultura".

En su artículo Miguel Ángel Sastre e Ignacio Danvila recuerdan que el sector cultural engloba en España a más de cien mil empresas dedicadas a los bienes culturales, el libro, las artes plásticas, escénicas, musicales y audiovisuales.

Según ambos autores, en el caso español, uno de cada dos internautas accede a un producto ilegal, siendo la mitad de los accesos ilícitos novedades.

Por productos, el 32 por ciento de los internautas descargan música ilegalmente, el 43 por ciento películas, el 7 por ciento vídeojuegos y el 12 por ciento libros.

Esta importante incidencia se da, según el artículo, porque el consumo de productos culturales ilegales cuenta con un menor reproche social que otros.

En España, el 84 por ciento del valor de los contenidos con "copyright"se piratea, y en consecuencia el 69 por ciento de las personas que se descargan ilícitamente productos culturales reconoce que no paga por un contenido que puede conseguir gratis.

Las consecuencias de este hecho son que mientras que la industria de los contenidos en España emplea actualmente a 57.358 trabajadores directos, un nuevo escenario sin piratería generaría casi 25.000 empleos directos más, es decir, un 43 por ciento más de empleo, a los que habría que añadir los empleos indirectos inducidos, que se estiman en 5 por cada empleo directo creado.

Según Sastre Castillo y Danvila del Valle, la industria de la música se ha visto especialmente dañada por la piratería digital, al ser los archivos de canciones lo suficientemente pequeños para ser transmitidos muy rápidamente, incluso a través de conexiones lentas a internet.

En el caso español, el valor de la música descargada por acceso ilegal digital asciende a casi 7.000 millones de euros, lo que supone un lucro cesante valorado en 579,5 millones.

Por su parte, el valor de las películas descargadas digitalmente de manera ilegal asciende a casi 3.400 millones de euros, lo que arroja un lucro cesante de 326,6 millones de euros.

Desde el periodo 2006-2007 al de 2010-2011 las personas que realizan descargas de películas por internet de manera gratuita crecieron un 7 por ciento, pasando del 10,3 por ciento al 17,4 por ciento.

Entre los más jóvenes (15 a 24 años), casi la mitad de la población realiza descargas gratuitas de películas en internet, siendo los estudiantes y las personas con mayor formación las que mayoritariamente utilizan la Red con esta finalidad.

El artículo concluye que para que las dudas sobre el futuro de las empresas culturales se vayan disipando es importante que éstas continúen realizando su esfuerzo de adaptación al nuevo entorno digital y buscando "fórmulas imaginativas"de negocio.

Asimismo, considera que también es importante que sigan desarrollando las infraestructuras para mejorar el ancho de banda de la Red y que los agentes colaboren para frenar el tráfico ilegal de descargas de productos culturales.

Estos apoyos serán importantes para que el esfuerzo de las empresas del sector pueda dar como resultado modelos de negocio "viables y sostenibles a largo plazo", concluye el artículo.