Sección patrocinada por sección patrocinada

Estreno

Crítica de "Pequeñas casualidades": la vida en cien hilos ★★½

Dirección: Olivier Treiner. Guion: Camille y Olivier Treiner. Intérpretes: Lou de Laâge, Raphaël Personnaz, Isabelle Carré, Grégory Gadebois. Francia, 2022, 120 min. Género: Drama.

Crítica de "Pequeñas casualidades": la vida en cien hilos ★★½
Crítica de "Pequeñas casualidades": la vida en cien hilos ★★½LR

A los diecisiete años, la vida de Julia Feyman (Lou de Laâge), virtuosa estudiante de piano, puede decantarse hacia Berlín o hacia París, y todo depende de un pasaporte. Es el viejo conflicto entre destino y azar, entre lo que está escrito en las líneas de la mano y sus variables fuera de control. La singularidad de “Pequeñas casualidades” es que la biografía de Julia no se sostiene en un solo hilo, sino que se declina en decenas de ellos, porque cada vida, que al principio son dos, se subdivide en otras a medida que gestos imperceptibles o accidentes fatales imponen una bifurcación. El objetivo es que entendamos que nuestra existencia es, en un plano metafísico, la suma de la experiencia de todas las vidas posibles que no hemos vivido. No le falta ambición a Olivier Trenier, que, después de engañarnos articulando lo que parece un patrón narrativo, lo traiciona para dinamizar el relato y confundirnos: hay mano izquierda en las transiciones entre las trayectorias de las distintas Julias, se cuidan detalles -corte de pelo, vestuario, luz- que nos ayudan a orientarnos en el galimatías, pero la exagerada fragmentación y la búsqueda de forzadas rimas que parecen fruto de un algoritmo dificultan que empatices con la miríada de dramas de Julia, más allá de hacernos comulgar con que no siempre conseguir lo que soñábamos nos dará la felicidad.

Lo mejor: Que lleve al extremo la premisa de los destinos alternativos y simultáneos, coqueteando con el multiverso.

Lo peor: La propia idea de partida induce al laberinto sin salida, y hay un momento en que, desde el montaje, es difícil que el filme se desenvuelva con soltura.