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De izquierda a derecha: los bandos cruzados

Un abuelo republicano de Pablo Casado, el antepasado militar de Zapatero a las órdenes de Franco en Asturias y el padre de José A. Griñán, escolta del dictador son muestra del cambio de signo político.
Enrique Rajoy Leloup, abuelo de Rajoy; Francisco Puigdemont Padrosa, abuelo de Puigdemont; Herman Blanco Ramos, abuelo de Pablo Casado; Juan Rodríguez Lozano, abuelo de Zapatero. Fotos: LA RAZÓN
Enrique Rajoy Leloup, abuelo de Rajoy; Francisco Puigdemont Padrosa, abuelo de Puigdemont; Herman Blanco Ramos, abuelo de Pablo Casado; Juan Rodríguez Lozano, abuelo de Zapatero. Fotos: LA RAZÓNlarazon
  • Periodista en activo ya en 1989. Desde entonces ha vivido los estertores del tipómetro, el alba de internet y tecleado aquí y allá hasta llegar a La Razón en 2007. Nada como la prensa local para manejar este oficio. Allí la multitarea, y de un tiempo a esta parte más política que otra cosa.

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La Historia puede deparar sorpresas. Y repetirse en alguna de sus aristas en las más variopintas circunstancias. Es el caso del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que tuvo un abuelo que escapó de zona republicana durante la Guerra Civil y huyó a Francia a través de los Pirineos. El mismo camino que tomaría décadas después el hoy fugado de Waterloo, que cuenta en sus ancestros además con un bisabuelo apresado por el Frente Popular. Pero no es un hecho aislado. Hay llamativos y peculiares nombres en esta relación de antepasados que optaron por bandos distintos de los que en un futuro escogerían hijos o nietos. De uno y otro lado, y en las antípodas ideológicas en un salto de más de 80 años.
PABLO CASADO
Según los datos que obran en la Fundación Pablo Iglesias, Herman Blanco Ramos, abuelo del actual líder del PP, se hizo militante de UGT en la República y fue detenido en Palencia, su ciudad, poco después del comienzo de la Guerra Civil, el 13 de agosto de 1936. Sentenciado a 30 años de reclusión acusado de haber participado en el intento de resistencia a la sublevación militar desde la Diputación Provincial, su buen comportamiento e informes de quienes intercedieron a su favor lograron que lo excarcelaran en 1941, aunque no tuvo la libertad total hasta 1956. Mantuvo sus convicciones republicanas hasta su muerte en 1988.
CARLES PUIGDEMONT
Después de jugar al despiste, el 30 de octubre de 2017 el ex president viajó en coche de Gerona a Marsella, donde cogió un avión para marcharse a Bruselas. Una fuga rocambolesca con una primera versión cuando el campo de batalla de la Guerra Civil se estrechaba hacia Cataluña y Francisco Puigdemont Padrosa, su abuelo paterno, era un creyente que se echaba a llorar ante la quema de iglesias por parte de la República. Francisco puso pies en polvorosa cuando se enteró de que le iban a llamar a filas con la batalla del Ebro en el horizonte. Llegó a Francia tras atravesar los Pirineos y fue atrapado por la Policía, que le ofreció un pasaporte para regresar. En 1940 volvió a casa con sendos uniformes negros de la Falange que regaló a sus dos hermanos. Por lo que pudiera pasar.
José Oliveras, bisabuelo de Carles, fue detenido por los frentepopulistas y acabó siendo distinguido, ironías de la vida, como Caballero de España.
MARIANO RAJOY
Su nieto le ha descrito como «un autonomista». Y es que Enrique Rajoy Leloup fue uno de los principales promotores del Estatuto de Autonomía gallego de 1936, refrendado poco antes de la sublevación militar que dio inicio a la contienda. Se le ha definido como «republicano» porque tras el golpe del 18 de julio tuvo que abandonar su puesto de profesor en la Universidad y decano de los abogados, que no recuperó hasta 1952. Alfonso García, autor de la reciente obra «Algunos abuelos de la democracia», ha dicho sobre su legado que «sin él, Galicia no sería una comunidad histórica en la Constitución».
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ ZAPATERO
Juan Rodríguez Lozano –abuelo del ex presidente– empezó su carrera en África al mando de Sanjurjo, uno de los militares alzados en 1936 que ya lo intentó cuatro años antes. En 1923 le nombraron capitán y fue destinado a Lérida y León. En esa época, Rodríguez Lozano era un socialista convencido. Pero es llamado para reprimir la revuelta de Asturias en 1934. El abuelo de Zapatero sale de León el 12 de octubre para ayudar a los legionarios al mando de Franco. Solo 48 horas más tarde participa en la toma de Ronzón, donde salva la vida de milagro ante mineros socialistas y ugetistas. Pero cuando los militares se rebelan en 1936 se niega a secundar el golpe y es fusilado.
Como dato curioso, el abuelo de Sonsoles Espinosa –mujer del ex presidente– fue un guardia civil que se sumó a la sublevación en Ávila y, un año después, murió por el disparo fortuito de un compañero. Su esposa recibió la concesión de un estanco en la ciudad amurallada, medida social adoptada por el régimen para auxiliar a la viuda de un guardia civil.
INÉS ARRIMADAS
Se mencionó un supuesto pasado como policía franquista del padre de la líder de Ciudadanos en Cataluña y ella lo desmintió –«era funcionario y se sacó una plaza de policía. Lo dejó para ser abogado y fue autónomo hasta que se jubiló con 73 años»– pero a la vez dio la sorpresa al dirigirse al periodista que le preguntaba en la TV catalana: «¿No ha leído en ningún periódico que yo tenía un abuelo que era comunista y que luchó en el bando republicano?». Además, un primo de su padre fue nombrado gobernador civil de Albacete y jefe provincial del Movimiento en agosto de 1976. Antes ocupó el cargo de delegado provincial de Vivienda en Cádiz.
MARTA ROVIRA
Su abuelo materno se convirtió en alcalde de un pequeño pueblo catalán durante la dictadura franquista, según relató ella misma en su biografía, «Marta Rovira, cada día más cerca» (2014). Francesc Vergés fue regidor de Sant Pere de Torelló durante nueve años, pero otro antepasado también fue primer edil durante la dictadura en el municipio de Prats de Lluçanès. Esta vez el bisabuelo por parte de padre de la abogada y política hoy escondida en algún lugar de Suiza para evitar un posible encarcelamiento si es procesada por rebelión.
JOSÉ ANTONIO GRIÑÁN
El padre del ex presidente socialista de Andalucía sirvió durante años en la escolta de Franco y llegó a ser comandante de Infantería. Así consta en la documentación del Archivo General Militar del Ejército de Tierra que se guarda en el Alcázar de Segovia. Pero hay más. El tío abuelo de Griñán, el comandante de Ingenieros del Regimiento de Transmisiones Rafael Martínez Maldonado, hermano de su abuelo materno, José Francisco, sobrevivió a la «fuga de Transmisiones» del 21 de julio de 1936. Su regimiento abandonó el acuartelamiento de El Pardo ante el asedio de los republicanos y consiguió unirse a las tropas de Franco en La Granja (Segovia). Además, su tío por parte de madre, José Martínez Emperador, desempeñó importantes cargos en la dictadura.
MANUEL CHAVES
El también ex presidente de la Junta andaluza es hijo de un coronel franquista de Artillería y su madre fue la jefa de la Sección Femenina de Falange Española y de las JONS de Ceuta.
ALFREDO PÉREZ RUBALCABA
El ex vicepresidente del Gobierno con el PSOE tuvo un padre que fue suboficial del Ejército del Aire en el bando franquista.
TONI COMÍN
El abuelo del ex consejero de la Generalitat de Cataluña Toni Comín –huido como Puigdemont– «se encargó personalmente de transportar en camión unos diez mil fusiles y más de diez millones de cartuchos de Zaragoza a Pamplona para ayudar en la rebelión del general Mola» («Aquella porta giratòria», Lluís Foix). Tres días después repitió la operación, «salvando así la precaria situación de los sublevados en Navarra, que carecían prácticamente de material bélico», lo que «contribuyó decisivamente al triunfo» del alzamiento militar en aquella zona, según consta en el «Diccionario de la Guerra Civil» editado por Planeta.

El abuelo «fake» de Pedro Sánchez

Entre estos parentescos hay también bulos creados para provocar confusión y daño a sus protagonistas. Circulan por las redes en forma de memes o noticias falsas creadas ex profeso. Es el caso de la que se lanzó relacionando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el comandante Antonio Castejón Espinosa (en la imagen), conocido como «El carnicero de Zafra» y «El sanguinario», compañero de Queipo de Llano en Sevilla e integrante después de la «columna de la muerte» de Yagüe que partió hacia Badajoz dejando un rastro de sangre. El verdadero abuelo –materno– de Sánchez, que era de Lorca (Murcia) y se llamaba Mateo Pérez-Castejón Díez, nada tiene que ver con este personaje que murió como teniente general de la Legión en Madrid en 1979.