Finlandia

El finés Aki Kaurismäki, de maestro en el Reina Sofía

Dio una clase magistral previa a un ciclo sobre su cine
Dio una clase magistral previa a un ciclo sobre su cinelarazon

El finés Aki Kaurismäki, de maestro en el Reina Sofía

Su fama le precede. Con una botella de licor de hierbas, que a la vista del vidrio de sus ojos ha empezado a beber hace un rato, y un paquete de cigarrillos electrónicos sobre la mesa, Aki Kaurismäki nos recibe en el Reina Sofía. Aquí está para impartir una clase magistral previa al ciclo de cine que le dedica el museo bajo el título «Después del naufragio», en el que se mostrarán sus trabajos realizados entre los años 1983 y 1996. «No tengo ganas de hacer más películas por el momento. Es mucho trabajo», espeta entre la indignación y la provocación. Uno de los cineastas europeos más comprometidos con la realidad social del continente vio cómo su país de origen, Finlandia, sufrió un colapso económico. «Estamos todos mal menos Alemania», continúa, provocador.

Resulta casi imposible evadir la política cuando se charla con él; la defensa de los pobres aparece en su discurso una y otra vez. «Al final, siempre sufren los mismos», dice lacónico, como lo es durante toda la conversación. Cuando volvemos a su cine, recuerda: «El cine social es importante en cualquier momento, no sólo en crisis. Pero no se puede confundir con el político. El público lo detecta inmediatamente y, como es lógico, lo rechaza», asegura en su respuesta más larga. También le preguntamos por el cine europeo, del que niega su existencia como tal. Acotamos, pues. «El cine francés no es ni de lejos lo que era. Me interesa más el rumano, por ejemplo». Del español habla, cómo no, de Buñuel y Erice. Pero, en los mentideros se cuenta que ha visto la serie «Cuéntame», y le entusiasma. ¿Se imaginan a los Alcántara bajo las órdenes de Kaurismäki?