Lenguaje

Este es el origen histórico de la palabra "empecinado": fue una persona y es un gentilicio

El término fue el apodo de un guerrillero español que cobró tanta fama que quedó como gentilicio de su localidad de nacimiento

Juan Martín Díaz, El Empecinado, pintado por Salvador Martínez Cubells
Juan Martín Díaz, El Empecinado, pintado por Salvador Martínez CubellsMuseo del Prado

Lo hemos escuchado muchas veces. Cuando alguien está empecinado, es que está obstinado, empeñado, incluso, encaprichado. "Se ha empecinado en terminar la carrera y no va a parar hasta que lo consiga", podemos leer. Empecinarse o estar empecinado es una palabra del castellano que tiene un origen histórico: está basada en la vivencia de una persona real. Se llamaba Juan martín Díez y era un guerrillero español.

Martín Díez fue un militar español, héroe de la Guerra de la Independencia Española, en la que participó como jefe de una de las guerrillas legendarias que derrotaron repetidas veces al ejército napoleónico. Su figura fue tratada por Benito Pérez Galdós en la novela Juan Martín El Empecinado, parte de los "Episodios Nacionales", y retratado por Francisco de Goya. Su fama fue tal que "empecinado" es hoy el gentilicio de Castrillo de Duero, en la provincia de Valladolid, su lugar de nacimiento.