Así consiguió Estados Unidos que el zumo de naranja fuese la estrella en los desayunos

La importancia de las frutas y verduras no es cuestión de debate. Desde hace muchos años estos dos tipos de alimentos han sido reconocidos por expertos como claves en la nutrición moderna. Así, una adecuada dosis tanto de fruta como de verdura resulta fundamental para el correcto funcionamiento del organismo.

Entre todas las frutas disponibles existe una que ese relaciona perfectamente con España, la naranja. Este cítrico es parte del país siendo un activo realmente importante en zonas como Valencia cuya fruta es reconocida internacionalmente.

Pese a que existen dos formas de comerla, entera o en zumo, esta segunda opción es todo un referente en millones de hogar de todo el mundo. Así, el zumo de naranja se ha convertido en un alimento básico en el desayuno clásico en todo el mundo y es bien conocido por sus propiedades nutricionales. Se trata de una fuente importante de vitamina C, un antioxidante esencial para la salud de la piel y la absorción de hierro. Sus compuestos antioxidantes ayudan a combatir el deterioro de las células.

Gracias a estas propiedades el zumo es uno de los alimentos mejor considerados en el planeta. Además, su presencia en los desayunos se ha vuelto un clásico en todo el mundo gracias a una campaña intensa llevada a cabo por Estados Unidos que puso la bebida en las mesas de primera hora.

Hacer famoso el zumo de naranja

A principios del siglo pasado las vitaminas y su importancia no eran un tema recurrente para las sociedades. Así, cuando los científicos empezaron a identificarlas encontrando sus beneficios esto supuso todo un acontecimiento relacionado con la salud, algo fundamental para el consumo de naranja.

Estados Unidos era un excelente campo de cultivo de naranjas, especialmente la zona de Florida o California. Por este motivo, a principios de siglo estas competían para ser el mercado principal enviando a todo los lugares del país.

Pese a que en ese momento la naranja se solía comer entera y el zumo era un auténtico desconocido para muchos un excedente en 1909 obligó a empezar a utilizar esta técnica de forma frecuente.

Así, empezó una gran campaña para que este tipo de comida penetrase en los hogares. En 1930, por ejemplo, el consumo de zumo era ínfimo en Estados Unidos donde apenas se tomaba una cucharada al año en comparación a los casi 9 kilos por persona de naranja entera.

Fue a partir de entonces donde la campaña publicitaria hacia este alimento empezó a funcionar. La vitamina D tuvo un papel primordial debido a la aparición de una misteriosa enfermedad, la acidosis. Este término acuñado por el bioquímico Elmer McCollim fue la excusa perfecta para empezar a vender el zumo como cura de la dolencia.

La industria escogió la naranja como principal reclamo y pese a las reticencias de los médicos esta fue toda una estrella. Aun así, el zumo todavía no adquiriría el status que posee hoy en día que necesitaría algunas décadas más.

La Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, fue otro de los momentos clave. Estados Unidos trató de alimentar las tropas con este jugo aunque se necesitaron distintas investigaciones debido a múltiples problemas relacionados con la conservación y sabor.

Tras múltiples mejoras y una mayor producción que ayudó a la industria a seguir mejorando se lograron una serie de productos interesantes. Así, gracias a mejores campañas publicitarias con mejoras en el sabor para que pareciera fresco la mayoría de hogares adquirieron el hábito de consumir zumo de naranja.

Además, los cambios en las vidas de las personas consiguieron que su consumo rápido fuese toda una ventaja. Desde entonces el zumo de naranja se ha convertido en el rey de los desayunos imprescindible junto a otros productos como el café que acompañan todas las mañanas a millones de personas.