Jaume Vives, primer ministro de Tabarnia: «Puigdemont es un cadáver político y Torra es su ventrílocuo»
Nos recibe caña en mano a los pies de la Sagrada Familia para hacer balance de su «gobierno» y analizar la que se nos viene encima en septiembre con la sentencia del «procés».
Nos recibe caña en mano a los pies de la Sagrada Familia para hacer balance de su «gobierno» y analizar la que se nos viene encima en septiembre con la sentencia del «procés».
Se define como católico, escritor y periodista. Aunque en su curriculum también consta el cargo de Primer Ministro de Tabarnia, esa tierra ficticia surgida como repulsa al desafío independentista y cuyo cargo de presidente ostenta Albert Boadella.
Como periodista siempre le ha tirado la tierra hostil, especialmente Oriente Medio, batallas que le han servido para armarse, en este caso de valor, y plantar cara a los radicales secesionistas.
Nos recibe caña en mano a los pies de la Sagrada Familia para hacer balance de su «gobierno» y analizar la que se nos viene encima en septiembre con la sentencia del «procés».
¿Está escrito el final del cuento independentista?
No creo que nada está escrito, lo que sí lo está es el paripé que han montado en los meses del juicio. Las defensas han querido venderlo como una especie de venganza y lo han convertido en una campaña política.
¿Tendrá que volver a salir al balcón en unas semanas? ¿Lo tiene a punto?
No sé lo que ocurrirá , pero lo que hicimos tras el 1-O fue una respuesta natural, en mi caso desde un balcón con altavoces y con Manolo Escobar a todo volumen. Esto les molestó mucho a los independentistas, les salieron sarpullidos, estaban acostumbrados a hacer lo que les da gana , controlaban todo sin resistencia alguna. Nadie se atrevía a toserles y, de repente, aparecen burbujas por todos los lados que les dijeron hasta aquí, se acabó. Y claro se volvieron locos.
¿Lo de los constitucionalistas catalanes fue una salida del armario en toda regla?
esde mi balcón no salimos del armario, nos sacaron a la fuerza. Nosotros estábamos dentro, íbamos a la nuestra y les dejábamos hacer. Pero el desafío fue cada vez mayor y eso nos obligó a salir. Lo que parecía un juego de niños pesado se convirtió en algo serio y si no se les paraba lo conseguirían. Pero lo malo es que los nacionalistas son unos yonquis, siempre quieren más. Nunca se van a conformar, da igual lo que les des, su sentido es la lucha.
Su éxito fue absoluto, ¿intentará rentabilizarlo en política?
No tengo interés en meterme en política, estoy muy bien a nivel laboral y lo más importante: no tengo jefe. Me costaría mucho trabajar para otros, tener que obedecer lo llevo bastante mal. La política es importante y me gusta, pero por ahora no es algo que me plantee, aunque tampoco lo descarto del todo.
¿Cuáles son las consecuencias de plantar cara a los radicales?Aceptar que te llamen facha. En Cataluña tienes que aceptarlo aunque sea injusto.
Quien parece que no compartirá un tinto de verano este año serán Valls y Arrimadas... ¿Era la crónica de un divorcio anunciado?
Lo de Valls y Ciudadanos fue siempre un matrimonio de conveniencia. Tras las elecciones, Valls vio su fracaso y dijo: «Para lo que me queda en el convento me cago dentro». Pero es que él ha cometido un grave error: no puedes decir que pactar con Vox te ensucia las manos, y posiblemente también el alma, y luego regalar tus votos a Colau. Por otra parte, Ciudadanos ya la había liado bastante como para que encima les siguieran relacionando con Valls.
Hablando de la «lideresa» de CS, para los políticos unionistas catalanes, ¿el Parlament es un trampolín al Congreso?
Parece que les resulta más jugoso y suculento el Congreso. Primero fue Albert el que se fue y luego Inés. Lo veo como un grave error porque CS fue el partido que ganó las elecciones en Cataluña y el partido más votado en Barcelona en los últimos cinco años, pero se lo han cargado. La batalla jodida está en los ayuntamientos no en el Congreso y eso les pasará factura.
Quien está de vacaciones permanentes es Puigdemont...
Puigdemont ha llegado a su fin, es un cadáver político. Lo que él pueda decir ya no tiene ningún interés para nadie. Torra es su ventrílocuo, pero su importancia es mínima, y él lo sabe. Trata de seguir en los medio y creo que le toca bastante los huevos que pasen de él. El pobre es un zombi.
¿Y qué futuro le augura a su ventrílocuo?
Torra es el fenómeno de la culminación del «procés», es como el cuadro «Saturno devorando a su hijo», de Goya. Así van a acabar los «indepes» devorándose entre ellos.