cultura
Lela Soto: “El legado familiar pesa, pero para bien”
La cantaora madrileña, de pedigrí familiar flamenco, presenta su esperado debut discográfico, “El fuego que llevo dentro”, que la llevará incluso hasta el Primavera Sound
La sangre pesa mucho, ya se sabe. Y más cuando se es hija de Vicente Soto "Sordera" y sobrina de Ray Heredia, es decir, se tiene una oreja en la tradición y otra en la fusión, como es el caso de Lela Soto. La cantaora, después de muchos años de foguearse en los tablaos, lanza su primer disco en solitario: "El fuego que llevo dentro” (Altafonte y Ernie Records) acaba de publicarse y ya se amontonan las fechas de presentación, que la llevarán el 21 de marzo a Huelva, el 27 a Sevilla (Sala X), el 5 de abril al Teatro Echegaray (Málaga), el 20 de abril al Roadburn Festival (Países Bajos), el 4 de junio a Madrid y el 5 al Primavera Sound (Barcelona).
No sucumbe al flamenco moderno, su disco es ortodoxia.
La verdad es que soy de las que piensa que al flamenco no le hace nada más. Es mi carta de presentación, es lo que soy yo, con mi personalidad, y es lo que yo quería dejar. Es la marca que quería dejar. Esto soy yo, mi primer trabajo sin tener por qué hacer algo con aditivos.
Y eso que supongo que usted escuchará ese tipo de música también. ¿Inevitablemente, no?
Soy una melómana total, me encanta la música. Soy además súper inquieta. Me encanta escuchar todo, todo lo nuevo, todo. Inevitablemente consumo esa música y además me gusta y la valoro.
Es decir, que esta es una decisión casi de principios por su parte.
La verdad es que sí. Yo hasta que he llegado aquí en mi camino tenía la idea muy clara de lo que quería hacer en mi primer trabajo y tenía claro que quería esto. Dejar quién soy yo y muy bien acompañada, muy íntimo todo. Y creo que lo he conseguido al final.
Sí, porque lleva ya muchos años de escenarios, cantando y actuando y se ha hecho de rogar un poco este primer trabajo.
La verdad es que sí, pero es que realmente todo este tiempo ha sido necesario para yo forjarme como artista. Mi carrera es una carrera de fondo, y necesitaba poder decir quién soy yo y cuál es mi personalidad, tiene que haber un proceso. Y realmente, hasta que no me he sentido lo suficientemente segura como para poder expresar quién soy yo, no he decidido dar el paso de grabar el primer disco.
En su caso, ¿pesa el legado familiar, el linaje que tiene, a la hora de encontrar su voz?
Hombre, por supuesto. Y claro que pesa... Pesa, para bien, realmente. Porque del legado que yo tengo es de lo que me he alimentado toda la vida. Soy de muchas más cosas, pero son mi fuente de inspiración. Es algo que llevo dentro de mí, lo que pasa que siempre intentando dejar mi impronta, mi personalidad. Pero el legado es algo que está ahí, siempre va a estar. Vengo de donde vengo y para mí es un orgullo increíble.
¿Le animaban a cantar o no hacía falta animarla?
Qué va, yo cantaba todo el tiempo. Como una gramola.
Y para, digamos, para dedicarse a ello, para ser un artista. ¿A eso también le han animado o no hacía falta? Es decir, ¿valoró dedicarse a otra cosa que no fuera el flamenco?
La verdad que es que es algo que yo desde chica pequeña, en el cole, cuando te preguntan tú qué quieres ser de mayor, hay quien dice que profesora, o veterinario, que quiere todo el mundo. Y yo decía siempre que quería ser cantaora o cantante. Siempre decía lo mismo, es algo que tengo súper clarísimo desde chica, la verdad.
Este ha sido su sueño y dedicación desde siempre.
Es un sueño cumplido para mí, porque he puesto muchas ganas, muchísima ilusión. Y vengo con unas ganas de transmitir todo lo que yo he puesto en ese disco. Darle a la gente un cachito de mi alma y que la gente por lo interprete también de esa manera.
¿Cuál es ese fuego que lleva?
Todo lo que llevo por mi familia. Quién soy yo, con las músicas que he crecido. Es el amor, que para mí lo mueve todo. La mayoría del disco se dedica al amor y al desamor. Y es un poco, pues plasmar todo lo que yo soy poniéndole música, es el fuego que llevo dentro.
Su educación musical es muy variada
La verdad que sí. He tenido la grandísima suerte de que aparte de que mi padre, que es un flamenco increíble, también están mi tío Sorderita y mi tío Ray, también. La música en sí es algo que está muy presente en la casa. Y desde chica siempre he estado escuchando, yo que sé, bossa y de todo. He tenido la suerte de poder alimentarme de muchas músicas sin tener necesidad de que fuera solo flamenco. Eso ha ayudado a que yo tenga mi personalidad en la música, que que es lo más importante, yo creo. Tener tu propio sello.
¿Cómo como cantaora, cómo se define? ¿Cuáles diría que son sus cualidades?
Eso me pone muy nerviosa. Yo sinceramente creo que una de mis cualidades es que sé transmitir muy bien lo que yo soy. O por lo menos lo que yo siento en ese momento. Yo creo que se transmite el amor que le pongo. A lo que hago, creo que se transmiten muchas cosas. Que le pongo alma en lo que hago.
¿Quién quiénes eran sus ídolos o sus referentes de cante?
Pues el espejo donde yo me miro es en mi familia, la verdad. Y luego, pues me inspiran los más grandes que hay como Pastora, la Perla, Camarón..., yo qué sé me puedes llevar el Serna de Jerez, que me encanta porque no se puede cantar ya más bonito ya. Ahí está su discografía y han dejado lo más grande para que todos los jóvenes después lo escuchemos y lo gocemos simplemente.
Hay que reivindicar a los que vienen de atrás.
Hombre, eso esos son nuestros maestros principales. Pero sí es verdad que dentro de todo lo que ellos han dejado después cada uno, pues tenemos que buscar nuestra personalidad, nuestro punto y nuestra manera de sentir y se lo tenemos que dar a todo eso que ellos nos han dejado, porque tú no puedes reproducir algo que ya está hecho. Puedes tener una facultad es tremendas, pero después realmente si no le pones algo tuyo, para qué, ¿no? Para eso te pones a la Niña los Peines.