Literatura

Los libros de la semana: de la infancia de Cesar Aira al color de la filosofía

Claire Douglas publica un thriller gourmet sobre la clase media inglesa, mientras que Remedios Zafra propone repensar nuestra relación con el trabajo

César Aira posa como galardonado del Prix Formentor en Sevilla
El escritor César AiraCATI CLADERAAgencia EFE

Un thriller gourmet y posmoderno sobre la clase media inglesa

Claire Douglas plantea en esta obra, muy a lo Agatha Christie, un misterio hogareño que mezcla el relato principal con otros dos concurrentes

Por Lluís FERNÁNDEZ

La prueba de que sigue viva la novela de crímenes al estilo de Agatha Christie es la nueva obra de Claire Douglas. Las variaciones son más sociológicas que temáticas. Se aprecia, pues, en «El último crimen de la escritora Emilia Ward» la continuidad con la novela de misterio hogareño amable: matrimonios perfectos, amistades femeninas desde la niñez y existencias convencionales. El ideal de la vida familiar y amistosa de la clase media profesional inglesa. Esa que vive en chalets a las afueras y come salmón y quiche con las amigas mientras hablan de su inquebrantable amistad.

Hasta que esa armonía se rompe con unas cartas que envenenan la vida de la protagonista: una escritora de novelas de misterio. Su originalidad es que el acoso que sufre reproduce algunos incidentes de sus más famosos libros.

A medida que se acumulan esos incidentes que afectan a su entorno familiar, la autora comienza a sospechar de quienes la rodean, como si alguien, un «deus ex machina» misterioso, manipulara su vida y la confundiese con sus novelas. Incluida la última que ha concebido a punto de publicar.

Cajas chinas

La posmodernidad de la novela de Claire Douglas reside en mezclar el relato principal con dos concurrentes: a la narración en tercera persona de Emilia Ward se añade otra en primera persona de la inspectora y una tercera historia, retrospectiva, de una tal Daisy, pieza esencial para redondear el relato principal con referencias metaliterarias.

El lector debe tener paciencia para ir encajando las piezas de estas narraciones como si fueran cajas chinas que se despliegan no sólo para entrelazarse hacia el final del libro, sino para fundirse en un metarrelato con sus toques «woke» de lesbianismo. Esta es la razón de la confusión inicial, de su lentitud, hasta que se combinan los relatos y aumenta la velocidad narrativa en el vibrante tramo final. Un chute de adrenalina asegurada para los gourmets del thriller.

  • «El último crimen de la escritora Emilia Ward», Claire Douglas. PLANETA. 416 páginas, 21,90 euros.

César Aira, en busca del intenso paraíso perdido de la infancia

El escritor argentino vuelve para recomponer el lugar de su infancia, su historia familiar, dejándose arrastrar por la memoria

Por Diego GÁNDARA

Siempre se dice lo mismo: que César Aira, el notable escritor argentino, es muy prolífico, como si con ello se expresara que su obra, compuesta por ensayos pero, sobre todo, por muchas, muchísimas novelas, no fuera excelente sino excesiva, una señal de que no todo lo que publica Aira es bueno. Da igual, en todo caso, porque el valor de César Aira, el valor de su abundante obra, reside en que sus obras narrativas no sólo son muchas, sino que cada una es distinta a las otras.

Ahora le toca el turno a «En El Pensamiento», la nueva y excelente novela de César Aira y que transcurre, en poco más de cien páginas, en una localidad de Coronel Pringles, pueblo de la provincia de Buenos Aires donde Aira nació, y que se llama El Pensamiento. Allí, en esa pedanía en medio de la llanura, la madre de Aira escribió hace bastantes años un libro al que llamó, precisamente, con el nombre de la aldea.

Y a ese lugar vuelve ahora César Aira con este texto breve pero cargado de una intensidad y de una profundidad muy íntimas que recorren parte de la infancia del escritor a través de sus recuerdos de la provincia y de una imaginación que, más que desbordante, resulta aviesa.

Recomponiendo recuerdos

Porque Aira, dejándose arrastrar por sus recuerdos, evoca el último año que vivió allí, en esa pequeña localidad, poco antes de mudarse al centro de Coronel Pringles, pero, al evocarlo, recompone lugares de su historia propia y de su historia familiar que hasta entonces estaban olvidados.

Novela extraña, de algún modo, dentro del corpus novelístico de Aria, «En El Pensamiento» recuerda, sin embargo, ciertos pasajes de «El tilo», otra novela de Aira sobre su infancia a finales del peronismo y que ofrece una estampa memorable de aquellos años que, gracias al poder evocador de la escritura, renacen como si fueran parte de un paraíso perdido.

  • «En El Pensamiento», César Aira. RANDOM HOUSE. 120 páginas, 17,90 euros.

Hoy más que nunca la filosofía es de color gris

Desde el pesimismo existencialista hasta las torres de la UE en Bruselas, Peter Sloterdijk analiza el no-color clave del pensamiento

Por David HERNÁNDEZ DE LA FUENTE

Cualquiera que haya paseado por alguna ciudad del bloque soviético conocerá bien la omnipresencia del gris en las fachadas pétreas. Las ominosas moles sin revoco que todavía pueden verse, por ejemplo, en el antiguo Berlín Oriental son un recordatorio de la poca levedad del mundo del tardomarxismo, heredero de una cosmovisión postplatónica y posthegeliana devenida distópica. Pero el mundo gris que evoca ese plúmbeo ambiente industrial de opresión se corresponde bien con otras áreas del tardocapitalismo postaristotélico, desde los suburbios de Manchester a los de Detroit.

El gris parece la evolución en sentido contrario del rojo violento tras el ondear de las banderas soviéticas sobre las ruinas del Tercer Reich o de la luminosidad de las de las nuevas naciones sobre una de Union Jack hecha jirones tras el colapso del imperio británico. Y es que el filosofar está indeleblemente teñido de color gris, desde el pesimismo existencialista y el aparecer fenomenológico hasta las grises siluetas de las torres de la UE en Bruselas. El leitmotiv de fondo de este libro de Sloterdijk es el gris como no-color clave de la filosofía. Parece que nadie que no haya pensado en el gris puede llegar a ser filósofo, viene a decirnos, parafraseando lo dicho por Cézanne sobre la pintura. Y a fe que lo demuestra, comenzando por una célebre cita de Hegel sobre la filosofía que «pinta su gris en gris», retrotrayéndose al gris pétreo entre sombras de las paredes de la caverna de Platón y prosiguiendo por el negativo de la Farbenlehre de Goethe.

Una pesadilla de Kafka

La evolución desde los colores intensos –como el rojo o el azul– hasta el gris en la sensibilidad occidental, desde el maniqueísmo entre luz y oscuridad a la publicidad o la política de partidos en las democracias, aparece como uno de los fenómenos más notorios en la historia de las ideas tanto estéticas como políticas o metafísicas. El gris es hoy apabullante en nuestra medianía burocrática postcovid, como en una pesadilla de Kafka. La última creación de Sloterdijk es, así, una verdadera impugnación del cromatismo filosófico. Ya solo nos quedan el rojo y el gris, enmendando simbólicamente a Stendhal, no luz y oscuridad.

  • «Gris», Peter Sloterdijk. SIRUELA. 284 páginas, 26 euros.

Repensemos nuestra relación con el trabajo

Remedios Zafra revela cómo los trabajos creativos se transforman en un mundo acelerado y dominado por el tecnocapitalismo

Por Ángeles LÓPEZ

Desde hace años, Zafra ha estado inmersa en profundas reflexiones sobre el tiempo, el trabajo creativo y la deshumanización impuesta por la tecnología. En «El informe. Trabajo intelectual y tristeza burocrática», nos revela cómo los trabajos creativos e intelectuales se transforman en este «mundo acelerado» dominado por el tecnocapitalismo, donde incluso el tiempo de descanso se organiza meticulosamente, convirtiendo el tiempo «limpio» en «enlatado». Al concluir estas páginas, uno se pregunta si no deberíamos reconsiderar el concepto de vida para evitar la sensación de que «trabajamos casi toda nuestra existencia y nada más», observando cómo el tiempo se nos escapa entre los dedos.

La mediación tecnológica ha moldeado nuestras labores, pero no logró un mundo más equitativo. Las pantallas y las máquinas no nos han brindado más tiempo para nosotros mismos. Es pertinente recordar a Simone Weil cuando afirmaba que una organización social es buena si avanza hacia la igualdad y mala si fomenta la desigualdad, pero resulta odiosa si perpetúa comportamientos rígidos.

Sí y no

Asimismo, Kafka decía que «si los libros que leemos no nos perturban, ¿para qué los leemos?». Así, este ensayo nos incita a pensar tanto en el «sí» como el «no». No a la deshumanización tecnológica, a la apariencia vacía, al trabajo desprovisto de propósito como la investigación, la enseñanza o la creación. Sí al tiempo propio, al cuidado mutuo y al respeto por el planeta. Hay múltiples razones para acercarse a esta escritura rebelde: nos habla de la práctica creativa desde la libertad y la motivación, recordándonos el porqué de nuestras acciones. También nos alerta sobre la transformación digital que convierte al individuo en un producto y acentúa la precariedad, además de la crisis ecosocial del planeta. Si la vida se vuelve una competición, los compañeros se transforman en rivales. Un libro que invita a mirar al futuro con una conciencia crítica, buscando construir una alternativa fundamentada en la calidad de vida. El futuro nunca está ganado, pero con lecturas como esta podríamos llegar a conseguirlo.

  • «El informe», Remedios Zafra. ANAGRAMA. 208 páginas, 18,90 euros.