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Marvel cede todo el poder a un «extraño»

La nueva apuesta de la franquicia viene precedida por la polémica: la producción ha tenido que cambiar el origen tibetano de un personaje para evitar la censura china y perder dicho mercado.

Las fuerzas oscuras tratarán de dominar al Doctor Extraño
Las fuerzas oscuras tratarán de dominar al Doctor Extrañolarazon

La nueva apuesta de la franquicia viene precedida por la polémica: la producción ha tenido que cambiar el origen tibetano de un personaje para evitar la censura china y perder dicho mercado.

El Doctor Extraño nunca ha sido uno de los personajes de Marvel más populares en nuestro país, aunque sus aventuras se publicaban regularmente desde mediados de los 70 hasta principios de los 80. Para los lectores anglosajones resulta un rostro más familiar. Fue creado en 1963 por Stan Lee y el dibujante Steve Ditko y puede ser el superhéroes más místico de toda la galería Marvel. Inicialmente se trataba de un prestigioso neurocirujano que, tras una serie de tragedias familiares, sufre una crisis nerviosa que le obliga a dejar su profesión. Durante un viaje al Tíbet se inicia en las artes místicas y ocultistas, y acaba por convertirse en uno de los magos más poderosos del universo. En este proceso de conversión de afamado médico a hechicero es ayudado por Wong, descendiente de Kan, un monje chino que vivió hace más de mil años. Desde hace más de diez generaciones todos los descendientes varones de Kan han servido a El Anciano, un hechicero experto en energía mística. Y ha sido precisamente este personaje el que ha motivado una controversia tras conocerse que al monje lo interpretaría la actriz británica Tilda Swinton.

Los rumores apuntan a que el estudio decidió alejarse del tema tibetano para evitar posibles acciones por parte del Gobierno chino debido a la mala relación entre ambas regiones. La propia intérprete salió al paso de la polémica al declarar que «este cambio no es la única licencia que el estudio se ha permitido al adaptar el cómic». Scott Derrickson, director del filme, confiesa que el papel fue expresamente escrito para la británica, «por su apariencia y la fuerza que despide, precisamente para huir de los estereotipos de una historia concebida hace 50 años». El guionista, C. Robert Cargill, no tuvo reparos en admitir que la decisión se basó en la posibilidad de tener problemas con China si elegían a un actor oriental «arriesgándonos así a perder millones de dólares si este país decidía boicotear la película».

Lío en las redes

China es el segundo país que mas dinero recauda en taquilla tras Estados Unidos y correr el riesgo de perder ese mercado no sería para los ejecutivos de los estudios una maniobra que demostrase inteligencia. Las declaraciones de Marvel fueron bastante parcas al asegurar que simplemente habían decidido cambiar el origen a celta. El presidente del Congreso Nacional Tibetano no tardó en responder en Twitter al considerar que este cambio de nacionalidad del personaje es doblegarse ante el Gobierno chino. Sin embargo el guionista argumentó que él no tuvo ningún tipo de responsabilidad en la elección de Swinton y que las declaraciones que realizó las hizo a título personal y no en representación de Marvel.

La polémica fue en aumento y los americanos de origen asiático empezaron a protestar en las redes sociales por no elegir a un actor de esta raza para interpretar el papel. El presidente de Marvel también se vio obligado a salir al paso y reconocer que «aprenderemos de nuestros errores» e insistió en que «lo que queremos es aportar diversidad y no anclarse en los estereotipos».

La diversidad que apunta Swinton para su personaje puede ser verdad o una simple estrategia de marketing. Las declaraciones de Cargill sobre no utilizar el Tibet como lugar de origen de El Anciano como herramienta para no enfrentarse a posibles problemas con China no están mal encaminadas. Los estudios de Hollywood pretenden maximizar sus beneficios; China es un país de 1.4 billones de habitantes y descartarlo como posible mercado es simplemente una locura desde el punto de vista empresarial. Las estadísticas apuntan a que posiblemente el país asiático sobrepase en recaudación a Estados Unidos. A esto hay que añadir que Marvel ha sido la empresa creadora de cómics con más éxito en China. El año pasado «Los Vengadores: La Edad de Ultron» recaudó 240 millones de dólares, un cuarto del total mundial. China tiene uno de los sistemas censores más duros y cualquier filme tiene que pasar por un escrutinio masivo por parte del SAPPRFT (State Administration of Press, Publication, Radio, Film and Television). Si hay sospecha de alguna escena o representación negativa de China la película no se estrena. Un claro ejemplo de esta adaptación a las directrices del país y su fuerte censura fue «Iron Man 3», donde el personaje de Mandarín, un villano de origen chino en el cómic fue interpretado por un actor de etnia ambigua para no enfadar al organismo censor.

Además se rodaron tres escenas adicionales en las que incluyeron a tres actores estrella de origen chino para este mercado, Fan Bingbing y Wan Xueqi como los cirujanos que son capaces de extirpar la metralla del pecho de Tony Stark.

Benedict innova

Lejos de polémicas, quien sí ha disfrutado de su nuevo estatus de superhéroe es Benedict Cumberbacht, a quien le ha supuesto un reto tanto a nivel interpretativo como físico: «Ha sido un trabajo duro que anteriormente no había hecho y quería probar. No me arrepiento y me siento profundamente satisfecho. Hasta ahora, los personajes a los que había interpretado podían responder a un mimso perfil. Aceptar deste papel suponía meterme en la piel del gran héroe americano», ha declarado. De su interpretación el británico destaca la conversión del protagonista, un arrogante y reputado médico que cambia radicalmente su manera de pensar para convertirse en «un hechicero dispuesto a entregarlo todo por el bien de la humanidad. Al principio vive recluido en una jaula de oro que él mismo ha construido sin darse cuenta de que la verdadera vida está fuera de ahí. Su éxito le ha impedido ver lo que tiene a su alrededor», explica.

A diferencia de otros personajes de Marvel, éste no tiene superpoderes, sino la habilidad de hacer magia y dominar las artes marciales, lo que supuso todo un reto para Cumberbacht que recibió clases y empleó horas y horas en aprender la filosofía kung-fu. Además, el Doctor Extraño cuenta con una aliada, la capa de levitación: «Era una artista más, tardaba en salir de su camerino, tardaba en prepararse durante las mañanas y se hacía esperar, era quisquillosa y con todo lo que comía...», bromea el protagonista. Para la película se hicieron dieciocho mantos con el fin de recrear este objeto animado que recuerda a la alfombra de Aladino.

Hollywood llevaba intentando llevar al Dr Extraño a la pantalla grande desde hace tres décadas, incluyendo periodos donde incluso directores y guionistas de renombre estuvieron involucrados. Bob Gale, co-guionista de «Regreso Al Futuro» estuvo implicado en un intento en 1986 de llevar el cómic a 24 fotogramas por segundo, pero el proyecto se quedó en agua de borrajas. Wes Craven, director de «Pesadilla en Elm Street» y creador de la franquicia «Scream» también estuvo a punto de escribir y dirigir una película basada en el cómic en la década de los noventa, pero también cayó en saco roto. Ahora, Marvel salda su deuda con este personaje y amplía el radio de acción de su franquicia cinematográfica con otro héroe que, si se dan las condiciones, podría generar su propia saga.

Al detalle: Dieta, Yoga y fisioterapia

Ponerse en forma fue uno de los objetivos que se vio obligado a cumplir Cumberbacht: «Tienes que entrenar con los mejores profesionales, trabajar por tu cuenta y hacer yoga. Ir al fisio si en algún momento te lesionas, hacer acrobacias, correr, contar con un nutricionista para controlar tu dieta...». Al actor, sin embargo, el esfuerzo no le resultó complicado: «Todo está en tu mano. Lo fundamental es ser constante y aplicarte. Nosotros tenemos suerte. La gente mataría por tener este tipo de experiencias. Mientras lo hagas con sensatez, es seguro».