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Música

Así triunfa el K-Pop en España (aunque algunos no lo entiendan)

En el éxito del pop coreano en el mundo no hay casualidades: el apoyo institucional ha sido clave para una explosión cultural que ha arraigado en España con pasión, como demuestra el concurso nacional del género y las grandes giras que llegan en las próximas semanas

Así triunfa el K-Pop en España (aunque algunos no lo entiendan)
Así triunfa el K-Pop en España (aunque algunos no lo entiendan)La Razón

Es una masa silenciosa pero fiel. O al menos lo era, porque, cada vez, es más grande y creativa. Son los fans del K-Pop, el estilo de música llegado desde Corea que ha arraigado con pasión en España. En los últimos tiempos, varios eventos masivos han demostrado que estaban ahí aunque pasasen desapercibidos o se creyesen minoritarios. La celebración de grandes eventos como Music Bank in Madrid o Kpop Lux, que llenaron enormes recintos –Auditorio Miguel Ríos y Estadio Metropolitano respectivamente, ambos por encima de los 30 y los 60.000 espectadores– visibilizaron el arrebato con que se vive en España un fenómeno cultural muy especial. Y esto no es nada: en breve visitan nuestro país Stray Kids (2 y 23 de julio, Estadio Metropolitano), y Blackpink (9 de agosto, Estadio Olímpico de Barcelona), dos de los grandes exponentes de una escena que no vive solo de la admiración por las estrellas. De nuevo, el Centro Cultural Coreano de Madrid se prepara para la celebración anual de su concurso de K-Pop (29 de junio, Teatro EDP Gran Vía de Madrid) en el que unos centenares de aficionados verán desde la grada las actuaciones de sus pares: jóvenes que compiten en dos categorías (Canto y rap, y Baile) para demostrar su amor a una cultura venida de lejos pero subida a una ola, Hallyu, la gran ola coreana.

Como asegura a este periódico la presentadora del concurso, Inmaculada Quesada, célebre –13 millones de seguidores en Tik Tok– entre los aficionados al género por su rol como Inmagic, «el K-Pop va más lejos que la música: es un fenómeno cultural. Combina una ejecución escénica extremadamente trabajada, una estética muy visual, coreografías de primer nivel y grupos que están muy involucrados con sus comunidades de fans. Además, las redes sociales y plataformas como TikTok o YouTube han contribuido a llevar el K-Pop a todos los rincones del planeta». No es algo casual, sino el fruto de un trabajo constante y riguroso. Así lo explica el Director del Centro Cultural Coreano, Shin Jaekwang, a este diario: «Desde los años 90, la industria musical coreana ha atravesado un proceso de industrialización y sofisticación, impulsado por un sistema de formación y apoyo altamente estructurado. Este sistema prepara a los artistas para ofrecer actuaciones espectaculares, con coreografías impactantes y una puesta en escena elaborada». Como explica Jaekwang, «Corea se ha consolidado como una potencia musical gracias a una suma de factores. Por un lado, cuenta con una industria cultural muy profesional e innovadora, y con un sistema de formación artística que prepara a los artistas desde muy jóvenes». El K-Pop no se entiende solo como música, sino como una propuesta cultural que incluye moda, coreografía, diseño visual y una conexión emocional muy cuidada con el público. Inmagic corrobora el apoyo gubernamental: «Corea ha invertido muchos recursos en formar nuevos grupos, en dar apoyo institucional a sus empresas de entretenimiento y en buscar nuevos espacios para llevar el K-Pop al resto del mundo. Además, el país tiene una enorme cultura del espectáculo, una formación muy exigente para los grupos, una diversidad estilística muy grande y una maquinaria de marketing muy profesional. Todo eso junto ha contribuido a que el K-Pop se haya consolidado como un fenómeno global».

Sin embargo, en el mundo ultracompetitivo del entretenimiento, ni siquiera toda la inversión del mundo puede comprar la pasión del público. «Aunque el K-Pop tiene un estilo claramente internacional y toma influencias de géneros como el pop occidental, el hip hop o el R&B, hay elementos profundamente coreanos que le dan su identidad única. Uno de ellos es la ética del trabajo y la disciplina del entrenamiento que siguen los artistas, así como el valor que se da al trabajo en equipo. A nivel visual, no es raro ver referencias a la tradición, ya sea a través de trajes como el ‘‘hanbok’’ reinterpretado o de conceptos que se inspiran en la mitología o la historia de Corea. El K-Pop logra un equilibrio muy especial entre lo global y lo local, lo contemporáneo y lo tradicional, lo que lo convierte en un fenómeno accesible pero con una identidad cultural muy marcada. También se nota en las letras, que a menudo reflejan valores sociales muy presentes en la cultura coreana», explica Jaekwang. «Al público español le atrae tanto el espectáculo como la diversidad que proporciona el K-Pop. La música mezcla estilos, los grupos muestran una enorme versatilidad, y el arte visual que rodea cada canción, el vestuario, las historias de los vídeos, las coreografías...», apunta Inmagic.

Puentes de culturas

Los mensajes de las letras suelen ser, además, positivos. Casi como una seña de identidad del género. «Sí. Uno de los aspectos que más destacan los fans del K-Pop es el mensaje positivo que transmiten muchas de sus canciones. Aunque hay temas variados, es común encontrar letras que hablan de superación personal, autoestima, esperanza, empatía o conexión emocional con los demás. Esa energía positiva, unida al impacto visual y sonoro de cada lanzamiento, hacen del estilo una fuente constante de inspiración y motivación para quienes lo siguen. Además, al abordar emociones universales desde una perspectiva única, el género consigue crear puentes entre culturas y tocar el corazón de públicos muy diversos en todo el mundo. Esa capacidad de emocionar y acompañar es, sin duda, una de las claves de su éxito».

El K-Pop ha conquistado los mayores escenarios del mundo (de Coachella a Glastonbury) y son solicitados por los mayores artistas internacionales, de Coldplay a Maroon 5 o Selena Gómez como parte de una explosión cultural más amplia. Del Oscar de «Parásitos» al Premio Nobel de Literatura de Han Kang, el país está en ebullición creativa. «El auge cultural de Corea no es fruto del azar. Detrás hay décadas de inversión en educación, en tecnología, y en políticas que han apostado claramente por la creatividad y el talento. Corea ha sabido internacionalizar su cultura sin renunciar a su identidad, y el reconocimiento global es fruto de ese trabajo colectivo y de una visión de futuro que apuesta por la cultura como pilar estratégico», explica Jaekwang. No se resistan, súbanse a la ola, Hallyu, es inútil resistirse.

Con la energía de los ignorados

►Resulta llamativo que, por alguna razón, de la llegada de Blackpink y de Stray Kids a España en las próximas semanas no se habla tanto como de otros conciertos que han llegado al mismo escenario o incluso de menor entidad. ¿Está mal tratado el género en los medios de nuestro país, quizá, por incomprendido? «Así es –asegura Inmagic–. A veces el K-Pop sigue sin tener el lugar que merece en los espacios televisivos o en los principales grupos de comunicación, quizá porque algunos creen que se trata de una moda pasajera o que va destinado a un nicho muy específico. Pero eso ignora tanto el tamaño de sus comunidades de fans como el impacto económico y cultural que tiene el K-Pop en muchos países, incluido el nuestro. Hay una falta de comprensión hacia el fenómeno, pero eso también significa que tenemos una oportunidad de dar a conocer esta música en nuevos espacios». «En España contamos con una comunidad K-Pop muy entusiasta y más grande de lo que muchos creen. Hay grupos de covers, asociaciones, clubs de fans, tiendas especializadas…. La base de fans sigue aumentando año tras año y no da muestras de debilitarse».