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Eliades Ochoa: "Devolví a Compay a la música cuando liaba tabaco"

El músico cubano presenta 'Guajiro' el próximo domingo en la sala La Riviera de Madrid
El músico cubano Eliades Ochoa se toca el ala de su sombrero
El músico cubano Eliades Ochoa se toca el ala de su sombreroMassi Giorgeschi
La Razón

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Conversamos con el Océano de por medio. Uno desde la Bahía de La Habana y otro desde la de Cádiz. Aunque, como dijo Lola Flores al aterrizar de Cuba, aquello es «como Cádiz pero con más morenos»: de ahí saldría la habanera («un género menor en Cuba» y mayor en la Costa Brava) compuesta al alimón por Carlos Cano y Antonio Burgos; ya saben: «La Habana es Cádiz con más negritos. Cádiz es La Habana con más salero». Y sin salir de Lola Flores hay que preguntarle a Eliades Ochoa (Santiago de Cuba, 1946) por el tema que cantó junto a C. Tangana que lo ha popularizado entre los jóvenes: una canción, «Muriendo de envidia», que le hizo el Pescaílla a su mujer: «Se están muriendo de envidia las flores, las estrellas y la mar bella, porque Dios te hizo, Lola, más bonita que ninguna».
«Me gustó mucho el tema que hice con él. Yo tengo entendido que él lo agradeció mucho. A mí me han dicho que es uno de los mejores del disco», explica Ochoa, al que imaginamos en la distancia vestido de oscuro, con sus botas y sombrero de cowboy, y con su característica blanca perilla: «La estética es importante. Yo tengo una imagen por la que me reconoce mi gente, mis seguidores, el pueblo. Me ven en el camerino sin el sombrero y me piden que me lo ponga».
Siguiendo con las nuevas generaciones, asegura «el Johny Cash cubano», tal y como es conocido, que en su último disco, «Guajiro», sale de su zona de confort para «conectar más con la juventud». «Es un disco distinto, porque me acerco más a ritmos nuevos, pero sin renunciar a la música tradicional cubana». Encontramos en este álbum, que presenta el próximo domingo 6 a las 20 horas en la sala La Riviera de Madrid (dentro del festival Summum Concerts Series), composiciones propias, como «Pajarito voló» en colaboración con el mítico Rubén Blades o la animadísima «Se soltó un león», que ya interpretó con el Cuarteto Patria. También hay cabida para versiones de temas clásicos como «Soy guajiro» o «Los ejes de mi carreta», de Atahualpa Yupanki.
Y si la juventud conoce a Eliades por la «colabo» con Pucho, a los que ya no nos caben las velas en la tarta tenemos gratos recuerdos de este gran guitarrista cubano por el mítico proyecto «Buena Vista Social Club», que vendió más de 5 millones de copias y cuyo documental homónimo fue nominado al Oscar. Allí, Ochoa compartió escenario y estudio con leyendas del son cubano como Compay Segundo («Compay fue como mi padre. Yo lo rescaté para la música cuando estaba cosiendo tabaco. La historia es larga...») o Ibrahim Ferrer, el Nat King Cole santiaguero: «Fue como mi hermano pese a la diferencia de edad». De esa conjunción de astros salieron temas para los anales como el «Chan, chan», donde nuestro entrevistado protagoniza los sonados acordes de la intro, o «Ay, Candela».
Mas volviendo al título del disco, ¿qué es un guajiro? Porque por aquí suena a «Guajira guantamera». «Guajiro es el que trabaja en la tierra, vive de lo que se siembra, de la cosecha, de los frutos. El campesino. No tiene que ver nada con la ‘guajira, guantanamera’. O quizás sí, es cuestión de ponerse a investigar», aclara Eliades Ochoa. Hay otro tema de su nuevo disco, «Abrazo de luz», donde a su manera se acerca al flamenco. Ya hizo una colaboración con la onubense Argentina, «Idilio», en la que se fusionó con lo flamenco (busquen en Youtube, por favor, su dúo improvisado por «Lágrimas negras»).
La música tradicional cubana, ya sabemos que tiene mucho de los sones de los esclavos negros (su santería, su candombe), así como raíces españolas: ¿Cuánto hay, por tanto, del flamenco en Cuba y viceversa? «Te digo que todo. Si te pones a buscar, todo tiene un poquito de todo. A Argentina, cantando un bolero conmigo a dúo, se le sale su flamenco, e hice varios temas con músicos malienses y conectamos a través del son. El lenguaje de la música es universal», replica nuestro Johny Cash. Reconoce el magisterio de Don Antonio Machín, no descarta una colaboración con Silvio Rodríguez y es expeditivo al preguntarle por cómo esta Cuba: «Yo me centro en mi música». Eso sí, asegura que el domingo en La Riviera: «La vamos a pasar muy bien».