Quién es Elliot Kingsley, el hijo adoptivo de Ozzy Osbourne que la familia ha dejado fuera del homenaje oficial

Mientras el mundo del rock llora la muerte de Ozzy Osbourne, uno de sus seis hijos ha permanecido en silencio: Elliot Kingsley, hijo adoptivo del músico, no fue mencionado en el comunicado oficial emitido por la familia tras el fallecimiento del líder de Black Sabbath. La omisión ha despertado curiosidad sobre la vida de este integrante del clan Osbourne que decidió tomar un rumbo completamente distinto.

Elliot Kingsley, de 59 años, vive en Wellington, Nueva Zelanda, donde ha construido una vida estable como técnico informático. Educado en Birmingham, en la King Edward VI High School de Stafford, eligió un camino profesional alejado del legado musical de su padre adoptivo, Ozzy Osbourne.

Fue adoptado por el cantante en 1971, cuando tenía cinco años, tras el matrimonio de Ozzy con Thelma Riley. Desde entonces, ha mantenido un perfil bajo, sin participar en producciones públicas ni en el famoso reality The Osbournes, a diferencia de sus hermanos más mediáticos como Kelly y Jack. Su trayectoria profesional incluye roles como especialista en soporte de colaboración y técnico de nivel uno, consolidando una vida marcada por la discreción y la independencia.

Casado con Joanne Crawford, académica escocesa experta en Salud Ocupacional, Elliot ha construido una vida estable y privada. Joanne es profesora en la Victoria University of Wellington y ha publicado investigaciones sobre riesgos laborales, consolidando una carrera académica destacada.

Padre de dos hijos, Owyn y James, Elliot representa una figura atípica dentro del universo Osbourne: alguien que eligió el anonimato, la profesionalidad y el bienestar familiar como pilares de su existencia.