Conciertos

No hay «Brexit» en el FIB

Asistentes a la edición del Festival Internacional de Benicàssim, ayer
Asistentes a la edición del Festival Internacional de Benicàssim, ayerlarazon

Ha vuelto el veterano, el clásico. El Festival Internacional de Benicàssim (FIB) celebra su vigesimocuarta edición en la localidad castellonense con la calma y la estabilidad como grandes conquistas en los últimos años. El evento, que estuvo cercano de la bancarrota y la disolución en el año horrible de 2013 (parece que le ha pasado el gafe al Mad Cool) ha logrado una línea rigurosa en lo financiero de la mano de Melvin Benn, un hombre templado capaz de poner de acuerdo a autoridades locales y propietarios de parcelas sobre las que se asienta una verbena de 40.000 personas. No es tarea fácil, como tampoco lo fue enjugar la deuda contraída con proveedores y la mala imagen de un evento emblemático. Ayer arrancó la primera jornada musical, que esperaba al rapero Travis Scott, Two Door Cinema Club, Izal y Princess Nokia, con algunas pieles ya enrojecidas por el sol de levante. Y es que el público vuelve a ser mayoritariamente anglosajón en esta edición, y las epidermis de aquellas latitudes lo acusan. Los hoteles están llenos y los restaurantes ya sirven «english breakfast». El FIB se ha convertido poco a poco en una ciudad de vacaciones musical, un gran viaje de fin de curso con conciertos de fondo. Los que llegan desde las Islas Británicas aterrizan una semana antes y aprovechan la playa (y los bares) antes de que arranquen los conciertos. Algunos incluso, se atreven con una paella. Se pertrechan de aparejos playeros que abandonarán a los pocos días, y se comportan mejor que en Magaluf o Benidorm. No hay duda de la diferencia entre el fan de la música y del fútbol. En lo artístico, el festival se ha desnaturalizado un poco de la misma manera que se han diluído las fronteras entre estilos o entre lo «mainstream» o lo «underground», pero sigue siendo un clásico y sigue teniendo una clase media de artistas muy sólida. En los grandes nombres, más dudas con The Killers, Pet Shop Boys y Liam Gallagher. Para los recién llegados, un mensaje: tres «puntos violeta» contra las agresiones sexistas para insistir en lo más importante: el respeto hacia las asistentes. El año que viene, el FIB celebra su 25 aniversario: todo el mundo está esperando algo grande, aunque la competencia, ya de por sí feroz, será peor el año que viene, porque una semana antes regresa tras muchos años de ausencia el Doctor Music Festival. Esperamos grandes cosas del FIB del futuro.