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Cultura

¿Por qué el croissant tiene forma de media luna? Este es su origen que muy pocos conocen

El cruasán es uno de los platos por excelencias de la gastronomía francesa que se ha extendido a nivel mundial

El croissant es un clásico de la gastronomía internacional y se le conoce especialmente por su forma de media luna Dreamstime

El cruasán (o croissant, por su verdadero nombre) es uno de los platos por excelencia de la gastronomía francesa. Su repercusión, asimismo, ha llegado a un amplio nivel internacional, estando presente en la mayoría de los países del mundo. Pero este bollo de hojaldre posee una característica, y es su forma de media luna, de la cual muy pocos conocen su verdadero origen y el porqué.

Y de hecho, en algunos países hispanohablantes como Argentina o Uruguay, se conoce como "medialuna", igual que su forma. Un alimento que, a pesar de que es clásico de Francia, tiene su origen en la Austria del siglo XVII, pero luego fue popularizado por panaderos franceses después de que Maria Antonieta (de origen austriaco) lo introdujera en la corte francesa.

Antes de llegar a ser el croissant francés moderno, su nombre original era kipferl, un dulce vienés. Fue ideado para conmemorar la victoria sobre el asedio otomano en las guerras turco-otomanas.

Este es el origen del croissant y por qué tiene su clásica forma de media luna

Era 1683 cuando el avance de las tropas del visir Kara Mustafá Pachá siguió el curso del Danubio y conquistó los territorios del Imperio Romano Germánico, pero se vio frenado por la gran ciudad amurallada de Viena.

Como los otomanos no podían avanzar, sitiaron la ciudad durante dos meses, para intentar matar de hambre a los soldados del rey de Polonia, Jan III Sobieski, y a los del emperador Leopoldo I, archiduque de Viena. Además, intentaron atacar la ciudad por la noche, cuando todos dormían.

Pero se cruzaron con la gran cantidad de panaderos que había en la ciudad (oficio madrugador por excelencia que trabaja de noche para que haya pan por el día), los cuales descubrieron sus intenciones y consiguieron derrotarles en la conocida batalla de la colina de Kahlenberg.

Gracias a ello, los panaderos recibieron el reconocimiento de las tropas y del emperador y les fueron otorgados algunos privilegios. Por su parte, los panaderos elaboraron dos panes de conmemoración: kaisersemmel, "panecillo imperial" en alemán, y otro llamado kipferl o hörnchen, que significan media luna en austriaco.

Los panaderos austriacos pusieron toda su intención en el padre del croissant moderno, y hasta usaron la sátira para mofarse de los otomanos. Así, le dieron forma de media luna, que recordaba la bandera otomana, y mostraban así su valía y el recuerdo de que cada vez que se comieran un kipferl, en realidad se "comían a los turcos".

No obstante, el origen como tal tiene muchas teorías. Si bien la más difundida es esta, otros investigadores creen que se remonta a una tradición antigua de países como las actuales Argelia o Turquía, que usaban la forma de media luna para honrar sus territorios.