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Estreno
La resistencia palestina de Nabil Al Raee toma el Teatro del Barrio
La sala madrileña trae a España al intérprete para que hable, como testigo directo, de la resistencia ante los colonos y el ejército de Israel

Hace tres años que los quehaceres escénicos unieron a Nabil Al Raee con los dramaturgos Juan Ayala y Miguel Oyarzun. “No caímos bien”, ríe el último sobre un encuentro pensado “para derribar barreras” y coproducido por Tobacco Factory (Bristol) y Teatro de la Abadía.
Se plantaba así la semilla para este 'Preso en la esperanza' que presenta desde el 19 de noviembre el Teatro del Barrio, cómplice, junto al Ministerio de Cultura, de un montaje que, con la correspondiente ayuda diplomática, ha traído al intérprete palestino hasta Madrid para contar cómo se sobrevive en Cisjordania: “Es un actorazo”, presenta Oyarzun de una “pieza incómoda” coproducida con la compañía madrileña unavezenlavida y Freedom Theatre –teatro palestino que desafía la violencia desde el arte y del que Al Raee fue director artístico durante 13 años–.

El intérprete estará solo en escena para mostrar al público tanto su biografía como algunos hitos de la colonización en Palestina, “pero, sobre todo, es una reflexión sobre los mecanismo que generan una narrativa y que nos llevan a estar a favor o en contra de algo –explica el también director–: por qué empiezo a apoyar una causa o no y esa serie de ideas preconcebidas, como el racismo, que operan en nuestras cabezas de blancos europeos. Todo lo que se cuenta en escena ha ocurrido, son hechos históricos de la resistencia palestina contra la ocupación colonial. Y la pieza pone el espejo sobre cuál es nuestra posición frente a la barbarie”.
Dos guerras con diferentes relatos
Para Oyarzun, la diferencia de relato entre Ucrania y Gaza está en que “lo que sucede en Palestina pone en cuestión el orden mundial en relación a las colonias. España, Europa, Estados Unidos... somos países colonizadores y pone en cuestión el 'statu quo' del que venimos. Ataca a algo atávico de nuestra supremacía blanca. No es casualidad que haya ganado Mamdani en Nueva York. Está todo relacionado. Es un tío que declara ser musulmán como algo positivo en un país completamente islamófobo, como ocurre en España. Todos tenemos comportamientos muy 'heavys' metidos dentro de nuestro racismo estructural”.
Con el objetivo de desmontar esos resortes, Al Raee invita a la esperanza en mitad de un contexto “terrible”, como lo define un Oyarzun que denuncia el enésimo caso de abuso en Cisjordania: “Hace dos días que entró el ejército israelí en el campo de refugiados en el que vive Nabil [Al-Arrub] y mató a dos niños de doce y catorce años. ¡A niños que no entienden el mundo! Qué peligro pueden tener para que los asesinen y además no devuelvan los cuerpos. Hay un nivel de tortura diaria que hemos normalizado. Lo de Gaza ha sido un genocidio televisado en directo y desde que se decretó el alto el fuego no han parado de matar, tanto en Gaza como en Cisjordania”.
"Que no nos colonicen la mente"
Pero, ¿cómo no perder la esperanza en mitad del horror? Oyarzun, director del montaje junto a Juan Ayala, asegura que él no lo sabe, pero que cada día al lado de Al Raee “es una lección”. “Tiene la convicción de que esto va a cambiar. Su esperanza se basa en la historia. Todos los regímenes autoritarios han terminado cayendo. Nabil dice que es algo que se cultiva a diario: otro mundo es posible si todos actuamos con la idea de que la situación va a cambiar; si, por el contrario, pensamos que no va a cambiar, entonces, no solo habrán colonizado la tierra, sino también nuestras mentes”. Los creadores proponen una cultura de la resistencia que alimente una esperanza “que se debe cuidar y proteger, porque es una disciplina en sí misma”, expresa el intérprete palestino.
Nabil AlRaee nació y creció en el campo de personas refugiadas de Al-Arrub. Se unió a Theatre Day Productions en la década de los noventa, y viajó a Túnez y Europa antes de regresar a Palestina. Se incorporó al Freedom Theatre en 2007 como formador, y posteriormente se convirtió en director artístico cuando fue asesinado su cofundador Juliano Mer-Khamis. Ha dirigido numerosas producciones, entre las que destaca 'El Asedio', y viaja por todo el mundo impartiendo talleres y participando en conferencias.
Aquel “flechazo” con Oyarzun y Ayala supuso “un canto al encuentro y una reflexión sobre la posibilidad de vivir en comunidad en un mundo cada vez más globalizado y fragmentado”, presenta el Teatro del Barrio. En boca de Ayarla: “El proyecto navega las fronteras culturales, lingüísticas, económicas. Se cuela por grietas para traspasar los muros geográficos, pero también internos que hemos construido”.
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