¿Qué le pasa a la Torre Eiffel? ¿Está oxidada? ¿Podría caerse?
Los sindicatos en Francia han desconvocado una huelga del personal del edificio, pero permanecen las denuncias sobre el mal estado de la gran atracción turística
Creada:
Última actualización:
Se trata de la atracción indiscutible de París, quizá a la altura del Museo del Louvre. La Torre Eiffel es una de las citas inopinadas para quienes visitan por primera vez la ciudad de la luz. Sin embargo, en los últimos tiempos, una serie de denuncias han puesto las luces de alarma sobre el futuro del edificio, a falta de solo cuatro meses para que se inauguren los Juegos Olímpicos en la ciudad. Se trata de una serie de reclamaciones que el personal que custodia la torre han puesto de manifiesto y que han llegado a incluso convocar una huelga de servicios que parece ser que ha sido ya descartada. ¿Qué le sucede a la Torre Eiffel? ¿Podría caerse?
Según los sindicatos de los trabajadores que mejor conocen la estructura, la torre presenta algunas deficiencias que empiezan, en primer lugar, por la necesidad de la renovación de la pintura del monumento, una operación que requerirá “varios años de trabajos”. En segundo lugar, son necesaria nuevas inversiones para garantizar el mantenimiento de un ascensor histórico, que está en servicio desde la inauguración de la Torre Eiffel en 1889, y que tiene un coste más elevado que los demás por ser de funcionamiento hidráulico.
La situación, sin embargo, revestía de otra gravedad, según las denuncias realizadas en primer lugar por los sindicatos de trabajadores de la torre. En concreto, algunas afirmaciones aludían al mal estado de conservación del edificio, debido a la corrosión del acero en que está fabricado. Algunos testimonios alarmistas habían llegado a poner sobre la mesa la palabra “oxidación” e incluso “peligro para la estructura”, después de una situación de déficit presupuestario en la sociedad que gestiona la torre Eiffel y que habría impedido su correcto mantenimiento.
La Torre Eiffel, el monumento de pago más visitado del mundo, genera la mayor parte de sus ingresos a través de la venta de entradas a los visitantes. En 2022, el edificio acogió a 6.192.000 visitantes, de los cuales el 75% aproximadamente eran extranjeros. Los precios de las entradas oscilan entre 11,80 euros y 29,40 euros para adultos en función del piso al que se dirige (segundo o tercer) y del método de acceso elegido (escaleras o ascensor). La sociedad que gestiona el monumento arrastra pérdidas superiores a los 130 millones de euros.
Tras el anuncio de la desconvocatoria de la huelga, un portavoz de los trabajadores negó que la situación de deterioro en que se encuentra el monumento podría acarrear para los visitantes: aseguró que la seguridad "está totalmente garantizada".