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Pintura

Rembrandt, la arruga es bella

Holanda celebra el 350 aniversario del nacimiento del pintor, al que le fascinaba reflejar el paso del tiempo en los cuerpos.

Visitantes observan un cuadro del artista holandés Rembrandt durante la presentación de la exposición “All the Rembrandts” / Efe
Visitantes observan un cuadro del artista holandés Rembrandt durante la presentación de la exposición “All the Rembrandts” / Efelarazon

Holanda celebra el 350 aniversario del nacimiento del pintor, al que le fascinaba reflejar el paso del tiempo en los cuerpos.

Todos. No falta una sola de las obras que salió de la mano de Rembrandt para celebrar que el artista, uno de los nombres mayúsculos de la pintura, está de cumpleaños, 350 nada menos. El Rijksmuseum de Amsterdam se hace más Rembrandt que nunca y cuelga al pintor hasta de la última alcayata. Unas 400 obras que celebran por todo lo alto que está más vivo que nunca. “Mostramos por primera vez en la Historia todos los trabajos que tenemos de él. No habíamos mostrado los dibujos y grabados hasta el momento porque son extremadamente frágiles y no está en nuestros planes volver a hacerlo, así que estamos ante una oportunidad única”, aseguró Taco Dibbits, director del centro de arte.

En cada rincón asoma una obra suya. “Utilizaba el cuchillo para mezclar la pintura, aunque también pintaba con él. Es un artista que siempre está experimentando para reflejar la realidad de la forma más clara posible, algo que verdaderamente le obsesionaba”, añade.

Las 22 pinturas, 60 dibujos y más de 300 grabados, que se dice pronto, no están ordenados de una forma cronológica, sino de acuerdo a su temática en tres bloques: “Los autorretratos”, “Rembrandt y sus alrededores” y “Rembrandt como narrador”. Le gustaba salir a la calle con su caballete, armarlo para descubrir la verdad en los rostros: las arrugas, las cicatrices, las pieles marcadas por el paso de los años, rubricadas por la vejez.

Fue el “primer hereje de arte” porque optó por “rebelarse y renunciar” a la belleza femenina en sus cuadros, contradiciendo las normas de la época, según asegura Jonathan Bikker, que acaba de publicar una nueva biografía del arista. Fue acusado precisamente de “romper las reglas del arte” porque en lugar de elegir “a mujeres jóvenes y bellas, optaba por dibujar gente vieja y desgastada” y sus compañeros le criticaban porque no idealizaba a sus musas.

Sea como fuere este “Año Rembrandt” buscará homenajear al pintor en su tierra y fuera de ella. El Museo del Prado, por ejemplo, prepara para junio una de las grandes citas con el artista, dentro del programa de su bicentenario, en la muestra “Velázquez, Rembrandt, Vermeer. Miradas afines en España y Holanda”, que estará dedicada a la pintura de ambos países en el siglo XVI y XVII. De punta a punta del planeta, el holandés será un pintor errante. Abu Dhabi se ha reunido también a los encantos artísticos de este rebelde que pintaba a su mujer ya ajada por el paso de los años, enferma, siempre Saskia.

El Louvre de la tierra donde brota el oro negro reúne, además del “Autorretrato con la mirada en al sombra”, donde se pinta tocado con un sombrero y con su peculiarísima mirada, a”cabeza de un hombre joven con las manos unidas. Estudio de la figura de Cristo”, la última adquisición hasta el momento de la obra del genial artista. Larga vida.