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Russian Red: "Diez años en la vida de una mujer dan para mucho"

La artista regresa hoy a Madrid con un concierto creado en exclusiva para las noches del Botánico.

Russian Red: "Diez años en la vida de una mujer dan para mucho"
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La artista regresa hoy a Madrid con un concierto creado en exclusiva para las noches del Botánico.

Pese a los años de silencio, Russian Red siempre causa curiosidad en nuestro país. Coronada en 2008 como «reina indie» en un país que empezaban a convertir en «mainstream» estilos como el folk, llegó un momento en que el éxito la superó, decidió decir adiós a todo y emigró a EE.UU en busca de, quizá, reencontrarse con Lourdes Hernández, una malagueña que llegó a cantar en el metro y que incluso comenzó estudios de Traducción de Interpretación. Y un día, nada más comenzar un concierto en Seattle, se dio cuenta que no le apetecía cantar. Canceló el concierto a los pocos minutos de haber empezado y dejó la música. Ahora vive en California y regenta un espacio de eventos (una antigua iglesia que durante un tiempo fue su hogar). Lo poco que conocemos de ella son sus apariciones en revistas de moda y su perfil de Instagram, donde descubrimos a una artista con un universo lleno de color muy en la línea del Russian Red, su tono favorito de pintalabios. Esta noche se reencuentra en Madrid con su público, en las noches del Botánico, un lugar donde repasará sus éxitos con un concepto creado adhoc para este espacio.

–Esta noche la veremos en el Botánico... ¿qué tenemos que esperar de esa actuación?

–Voy a poner en contacto música, danza contemporánea, vídeo arte y una banda con instrumentos clásicos. En el Botánico se me ha permitido el desarrollo de un show como el que voy a presentar. Ahora mismo me gusta trabajar mas así, tratando el concierto como un comisionado artístico.

–Más de diez años después de una carrera considerada por muchos como meteórica, ¿hubiera cambiado algo?

–No, yo creo que tenemos otras vidas para cambiar cosas. Pero vivir pensando que cambiarías cosas del pasado es un peso muy grande con el que nadie debería vivir.

–La ha dejado y ha vuelto, ¿cómo es su relación ahora mismo con la música?

–Siempre ha sido y es muy emocional. Ahora es posible que sea un poco mas analítica que antes, y disfruto con intelectualizar el proceso creativo. Ahora indago, busco significados y conecto con otras areas y disciplinas artísticas.

–¿Y con la interpretación?

–Me gusta formar parte de proyectos donde no solo actúo y creo el personaje a través de mis decisiones interpretativas, sino que también se me da espacio para co-escribir un guión o cambiar el rumbo de una escena.

–Estéticamente parece haber cambiado mucho, ¿cómo es la actual Russian Red?

–Bueno diez años en la vida de una mujer dan para mucho. Sigo teniendo un poco cara de niña...

–La artista revelación de estos meses es Rosalía y en la radio arrasa el trap, ¿hay sitio todavía para el folk?

–Creo que hay sitio para todas las músicas pero desde luego siempre existen las tendencias y ahora hay una moda muy clara, musical y estética de lo urbano.

–Piensa volver a la primera plana musical o eso forma ya parte de otra época.

–Nunca fueron esas mis intenciones y nunca lo serán. Mis impulsos promueven lugares más privados.

–¿Por qué abandonó la música?

–Creo que tenía que ver con los objetivos vitales, quería hacer otras cosas, mi vida no empezaba y acababa con la música. Deseaba explorar mi capacidad artística desde otras áreas, abrir un negocio, centrarme en solidificar una relación romántica... Y todo eso se convirtió en prioridad.

–Vuelve al Botánico, según he leído, alejada de la industria musical, ¿qué es lo que no le gusta de ella?

–Siempre me he considerado un poco «outsider». Creo que en toda industria uno esta siempre haciendo «networking», asumiendo estructuras y rutinas que a mí me dejaron de funcionar.

–Está afincada en California, ¿Sigue las noticias de España?

–Sigo muy de cerca todo lo que pasa en España, todos mis amigos y familia siguen aquí, es inevitable.

–¿Y la actualidad política?

–Por supuesto, además este fue el primer año que pude votar por correo y me hizo muchísima ilusión.

–¿Quizás le ha penalizado el ser valiente y decir siempre lo que pensaba?

–Digamos que el sistema social de juicios es algo muy interesante.

–¿Alguna vez se vio viviendo en una iglesia?

–¡No! Eso sí que fue algo completamente inesperado. Ya no vivo ahí, pero mi marido y yo la hemos transformado la iglesia en un espacio de eventos muy flexible que nos da la oportunidad de conectar con la comunidad en Los Ángeles a través de un lugar muy creativo y desde el punto de vista del negocio.