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Álvaro Tato: “Molière tiene un atrevimiento moral que le hace único”

Pocos conocen el Siglo de Oro español como este dramaturgo y poeta, pero ahora tiene otra obsesión que le viene del norte de los Pirineos
Álvaro Tato en el Festival de Teatro Clásico de Almagro de este mismo año, donde presentó "Malvivir"
JESUS MONROYEFE

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Álvaro Tato hace doblete en el recién comenzado Olmedo Clásico (Noche de reyes y Malvivir), pero también visita estos días Mérida, donde responde por la dramaturgia de Ariadna; y no olvida, claro, sus aventuras marcianas con Ron Lalá. No para ni un segundo y bien que lo celebra: «¿Acaso hacer lo que te gusta no es estar de vacaciones?». Le pillamos trasteando con lo próximo, el Vive Molière que presentará en diciembre en La Abadía y que vuelve a festejar: «¡Un mes ensayando!». Y es que Tato es felicidad... y alguna que otra obsesión; la última, Molière, «todo Molière», dice para justificar su recomendación: los dos tomos de la recopilación de Penguin Libros.
−¿Ya se ha cansado del Siglo de Oro español?
−No, solamente le he dado un tiempo. He aprovechado el 400 aniversario de Molière para recorrer su vida y hacer un «greatest hits». Cualquier teatrero, desde que empieza, es heredero de su farsa. Lo sepas o no, está en el ADN. Era una deuda que tenía.
−¿Cuántos Molière hay?
−Pues la biografía que salió el año pasado en Cátedra, Molière. El nacimiento de un autor, de Georges Forestier, nos demuestra que es muy ambiguo, que lo mismo se reía de la aristocracia que reculaba y le preparaba una obra en ocho días a Luis XIV.
−¿Qué le hace único?
−Su atrevimiento moral y social, que no resulta fácil encontrar en nuestro teatro áureo, aunque no es imposible. Lo suyo es un paso más, se trata de un humanista que juega con el libertinaje. Molière es agudeza, pero también levedad, que es la ligereza con control. Es una muy buena lectura de verano. Si el Siglo de Oro español es esgrima con sable y daga, este autor sería esgrima con florete por la velocidad y esa gracia leve que tiene.
−Usted ha escogido una recopilación, pero dígame una sola obra de él.
La escuela de las mujeres. Ahí ya ha pulido y repulido toda su agudeza en un contexto muy moderno: las relaciones entre lo viejo y lo moderno.
−¿Cuál es su primer recuerdo?
−Como gran trabajo, el Don Juan, esa imitación de Tirso que le llega a través de Italia. Si el de Tirso es casi un auto sacramental, el suyo tiene mucha más finura intelectual, un coqueteo con el libertinaje. Fue el primer título que me desmontó. Apela a la esencia del ser humano: el libre albedrío.
  • Teatro I y II (Penguin Clásicos), de Molière, 448 + 448 páginas, 13,95 euros (cada tomo).