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Juan Echanove se debate entre dos bandos: ¿sol o sombra?

El actor y director pisa el ruedo de la lírica con “Panes y toros”, en la Zarzuela, y se entrega al género: “Esto es droga dura. Lo dejaría todo por seguir aquí”
del Real fotografia

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Tocaba presentar Pan y toros, pero Daniel Bianco, jefe de la casa, no dejó pasar la ocasión para quejarse de lo que no consideraba oportuno para una rueda de prensa en el Teatro de la Zarzuela: no había apoyo técnico para la ocasión. Los «micros» y altavoces brillaban por su ausencia. «Lo tengo que decir», confesaba, «el Inaem no ha considerado necesario poner personal de audiovisuales, así que proyectaremos la voz». Se quedaba a gusto el director del centro y comenzaba, ahora sí, el idilio de Juan Echanove con la lírica: «Esto es droga dura», aseguraba de su aventura como director de la pieza de Francisco Asenjo Barbieri.
Fue Goya, muy presente en la obra (interpretado por Gerardo Bullón), el que le llevó hasta el compositor y, una vez ahí, el actor –siempre protegido por la figura de Ana Garay, responsable de la escenografía y el vestuario– no ha tenido otra salida que caer rendido: «Lo dejaría todo por seguir en la lírica. Dejaría de interpretar y de dirigir teatro en prosa. Todo. Estoy enganchado. No me lo esperaba, pero es algo que desarrolla mi personalidad, mi creatividad y me hace mejor persona cada día. Me siento maravillosamente tratado en mi profesión, pero esto ejerce una atracción y un amor irresistible. No he vivido nada como esto», defiende quien se confiesa fiel «a mi mujer y a este elenco».
Dentro del número 4 de la calle Jovellanos Echanove asegura sentirse seguro; «en este mundo en el que no me siento a gusto, es entre cajas donde verdaderamente estoy bien, en estos edificios públicos que están hechos para provocar el placer, el entendimiento y la conexión entre seres humanos». Barbieri le ha dado la tranquilidad que necesitaba. «En él está nuestro genoma», dice de un autor que muestra en Pan y toros esa España dividida en dos tendidos, sol y sombra: «A la sombra, normalmente, le va bien; mientras, el sol sufre. A veces se enfrentan y llegan a las manos; y, sin darse cuenta, en el centro del redondel hay uno que se está jugando la vida». Así condensa Echanove la trama de un montaje que ocupará la Zarzuela del 6 al 23 de octubre.
Siempre se tiende a exagerar en las presentaciones, pero, en esta ocasión, lo del director es casi como un primer amor, «y mira que he tenido muchos», ríe. También el coro le tiene encandilado: «Es vigorizante trabajar con esta gente». Del mismo modo que la experiencia le ha servido para generar un nuevo actor, «mucho más musicalizado» después de las jornadas junto al maestro García Calvo –director musical–, cuenta.
Y sobre si en la función hay debate sobre la Fiesta, Echanove reconoce que «nunca mostraría su opinión en un proceso creativo, pero sí se confiesa amante de los toros... aunque no los frecuente todo lo que le gustaría «porque a la entrada me abuchean los antitaurinos y dentro los de Vox», cierra.
  • Dónde: Teatro de la Zarzuela, Madrid. Cuándo: del 6 al 23 de octubre. Cuánto: de 5 a 50 euros.