Puerta Grande
Manzanares y la fiesta hueca
Manzanares se lleva una generosa salida a hombros
La feria de Albacete pasó su ecuador con un festejo que también concitó interés entre el público -el aficionado suele ir a todo-, lo que se notó en la asistencia, ocupándose más de los tres cuartos del aforo. Una muy buena entrada, a pesar de que parezca que haya cierto interés en decir que no va la gente a los toros. En Albacete, al menos, sí que va. Claro que con toros como varios de los lidiados ayer puede que muchos de estos espectadores otro día se lo piensen.
Y aplaudieron con ganas lo hecho por El Fandi, que a pesar de la poca fuerza de su primer oponente, dio mucha fiesta desde que se abrió de capa, tirando de repertorio en el primer tercio y luciendo una vez más sus fabulosas facultades físicas en el segundo, clavando arriba tres pares de mucha exposición, dejando llegar mucho y asomándose al balcón. Luego anduvo templado, ayudando mucho al toro, sin tirones ni brusquedades, intentando alargar las embestidas del animal y procurando dar fiesta a la concurrencia, aunque su obra quedó solo esbozada, sin perfilar ni macizar.
El cuarto, sin exceso de kilos, tuvo seriedad y cuajo, pero le faltó fuerza, siendo tramitado en el primer tercio con un leve picotazo, lo que compensó el granadino con hasta cuatro pares de banderillas en otra exhibición atlética. Y ahí acabó todo. El astado ya no podía con su alma y El Fandi se dedicó a sumar muletazos a peso.
El primer toro de Juan Pedro Domecq se tapó por la cara y tampoco tuvo fuerza ni especial celo en los primeros tercios. En la muleta tuvo más afán embestidor si bien echaba la cara arriba dada su poca fortaleza. Manzanares poco pudo hacer más que lucir su estética.
Estética que volvió a brillar con el quinto al torear en redondo, con ligazón y remate, encelando en la tela a un toro que había ido antes muy a su aire y al que exprimió por ese buen pitón derecho. Al natural apenas insistió y sólo dos le salieron limpios, pareciendo excesivo el premio obtenido si se tiene en cuenta que el estoque cayó muy tendido en la media estocada que bastó.
Aunque de escasa energía, el primer toro de Cayetano fue repetidor y tuvo codicia, si bien no se empleó al final de sus embestidas. Su matador clavó las plantas al suelo y ligó sin enmendarse en la primera mitad de un trasteo a menos, que al irse abajo el juanpedro bajó, así mismo, de intensidad y tono.
Tuvieron que ayudar los matadores al picador para que no fuese descabalgado por el sexto en una horrorosa ejecución de la suerte. Muy mal picado, echó la cara arriba y Cayetano, que no quiso irse de vacío, tiró por lo tremendo aunque el toro acabó parándose y sin pasar. Pero su alarde y arrimón tuvieron recompensa.
La Ficha
Albacete, 13 de septiembre. Sexta de feria. Más de tres cuartos de entrada.
Tres toros de Victoriano del Río, primero, quinto y sexto, y tres de Juan Pedro Domecq, desiguales de presencia y juego, destacando el quinto.
El Fandi (de coral y oro), entera y descabello, ovación; entera caída, ovación.
Manzanares (de corinto y oro), media, ovación: media tendida, dos orejas.
Cayetano (de rosa y oro), dos pinchazos y casi entera, palmas; entera y descabello, oreja.
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