Hipocresía

Ernest Urtasun presume de “respeto” a los toros mientras intenta eliminar su valor cultural

Mientras insiste en que no ha censurado a nadie, sigue adelante con una ofensiva legislativa que niega el papel del toreo en la historia cultural española

Urtasun irá "adelante" con la ILP 'No es mi cultura' pero admite la "importancia" de los toros en la historia de España
Urtasun irá "adelante" con la ILP 'No es mi cultura' pero admite la "importancia" de los toros en la historia de EspañaEuropa Press

Ernest Urtasun ha vuelto a demostrar que la incoherencia puede convertirse en estrategia política. En los Desayunos Informativos de Europa Press, el ministro de Cultura negó tajantemente haber vetado al torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías en los actos del centenario de la Generación del 27, al tiempo que reafirmaba su impulso a la ILP "No es mi cultura", que busca despojar a la tauromaquia de su protección legal como expresión cultural.

"No hay que esconder ningún representante de esta grandísima tradición española", declaró Urtasunsin inmutarse, en referencia al legado de Sánchez Mejías. Pero apenas minutos después, reiteró su intención de acabar con una ley que reconoce precisamente ese mismo legado como parte del patrimonio cultural. Una pirueta verbal difícil de sostener, salvo que se dé por hecho que el ministro considera que se puede honrar a un personaje sin respetar lo que representó.

La figura de Sánchez Mejías no es decorativa: es uno de los puentes más sólidos entre la literatura del 27 y el mundo del toro. Rechazar su vinculación con la tauromaquia no solo es negar una faceta fundamental de su vida, sino desfigurar la propia historia de la Generación del 27. Mientras Urtasunasegura que no hay veto, su política legislativa empuja justo en la dirección contraria, debilitando las raíces culturales que dieron sentido a nombres como Lorca, Alberti o el propio Sánchez Mejías.

Resulta cuanto menos llamativo que Urtasundiga admirar "Llanto por Ignacio Sánchez Mejías", de García Lorca, al mismo tiempo que promueve una ley que desacredita el universo que dio origen a ese poema. No se puede aplaudir el arte mientras se desprecia el entorno que lo inspiró. La ILP que defiende plantea la supresión de toda protección cultural al toreo, colocándolo en la categoría de residuo a extinguir.

Frente a la falta de apoyo del PSOE en el Congreso, el ministro lamentó el cambio de postura socialista de última hora, como si su proyecto contara con una legitimidad evidente. Pero lo cierto es que la tauromaquia sigue teniendo un respaldo legal y social que no puede ignorarse con declaraciones ambiguas ni discursos de doble filo. Si Urtasun quiere acabar con ella, tendrá que hacerlo de frente, no mientras lanza flores a sus protagonistas.

El Ministerio de Cultura afirma querer un programa “lo más amplio posible” para homenajear al 27, pero todo indica que se trata de un homenaje filtrado y sin partes incómodas. Y en esa visión higienizada del pasado, los toros parecen sobrar. Pero sin los toros, se vacía de sentido buena parte de lo que se quiere celebrar. Lo demás es teatro político. Y del malo.