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Futuro en Valencia... y Cataluña

Futuro en Valencia... y Cataluña FTL

La plaza de toros de Villena volvió a ser escenario para la final del Circuito Valenciano de Novilladas que este año cumplía su segunda edición. La mitad de su aforo se ocupó para contemplar esta función en la que hubo una excesiva generosidad por parte del palco y que, al tiempo que confunde al aficionado, en poco beneficia al novillero.

Se lidiaron reses de Daniel Ramos, de excelente presentación y buen comportamiento en conjunto.

Simón Andreu se fue a recibir a portagayola al que abrió plaza, alto y serio, con el que inició su primera faena también de hinojos, llevándole muy templado y toreado hasta que el novillo, al que le faltó más castigo en varas, se fue orientando y poniéndose exigente sin que el de Chiva pudiese redondear su labor.

Se estiró al torear de capa al cuarto y volvió a gustar con las banderillas, toreando con entrega, temple y profundidad a un novillo noble y repetidor al que entendió a la perfección en un quehacer que alargó demasiado en busca de una puerta grande que, habida cuenta de la facilidad presidencial, llegó sin mucha dificultad.

Se llevó una voltereta Mario Vilau al parar a su primero por gaoneras, también a portagayola. Le costó luego fijar y someter a su oponente, que también llegó crudo a la muleta, aunque a base de valor y disposición se fue haciendo con él, luciendo sobre todo al torear al natural.

Quedó desairado al recibir a portagayola al quinto, que le desarmó y casi le arrolla en un comienzo a todo ritmo en el que las dos partes lo dieron todo. El novillo puso en apuros a los banderilleros pero llegó alegre y franco a la muleta, atacando pronto el novillero catalán en otro trasteo vibrante, a cámara lenta y de mano bajísima en el que dejó patente su oficio, garra y frescura.

Fue ovacionado de salida el tercero, con el que se lució Juan Alberto Torrijos al torear a la verónica. Le faltó entrega y humillación luego al de Daniel Ramos, siendo el novillero el que hizo todo el gasto en busca de un lucimiento que sólo llegó en forma de derroche de voluntad y ganas, llevándose dos orejas por la fulminante estocada con que puso el punto final a su quehacer.

Volvió a lucirse en el recibo capotero al sexto, muy justo de fuerza y al que tuvo que cuidar y mimar mucho en el último tercio, evidenciando recursos y técnica pra apurar a su oponente.

Al final, el jurado, contabilizando también el voto emitido por el público, decidió que el triunfador de esta segunda edición del Circuito Valenciano de Novilladas fuese Mario Vilau.