Feria de la Virgen de los Llanos
Razones que se escapan en una gran tarde de toros
No era fácil la papeleta que se le presentó a la empresa que gestiona la plaza de Albacete. La baja de Morante para la corrida estrella del abono no era cuestión menor y encontrar sustituto para el de La Puebla -en realidad no tiene reemplazo posible- se antojaba complicado. Pero la solución fue de nota y el dar la alternativa al hijo de Manuel Caballero se contempla como la mejor elección posible. El cambio no influyó en la taquilla, llenándose el coso hasta las banderas. Más peliagudo hubiese sido tramitar el que Roca Rey no hubiese podido estar presente tras su percance de Valladolid... pero, afortunadamente, el torero peruano pudo hacer el paseíllo en un festejo que resultó triunfal, muy ameno, con fases de gran brillantez y decisiones que se escapan al entendimiento... Concesión discrecional de trofeos, criterio desigual para sacar el pañuelo naranja y que empañan en parte lo que hubiese podido ser una tarde para la historia.
“Bullidor”, negro mulato, de 486 kilos de peso, herrado con el número 19 y marcado con el hierro de Daniel Ruiz, fue el toro con el que el nuevo Caballero se convirtió en matador. Le desarmó al recibirle de capa, pero, bien, ya se sabe aquello de los buenos principios... y se lució al llevarle al caballo con chicuelinas al paso. Dobló el animal bajo el peto y lo hizo también en banderillas. Sacó luego Ureña a Caballero padre para que fuese éste, vestido de paisano, quien diese la alternativa al hijo, que, a continuación le brindó la muerte de este su primer toro. Esta larga ceremonia le vino bien al toro, que recuperó aire y resuello para que el toricantano sacase una faena elíptica que tuvo su punto más alto en las series al natural que enjaretó cuando se tranquilizó, tirando luego patas arriba al de Daniel Ruiz de un estoconazo fulminante.
El éxito de sus compañeros hizo que el nuevo matador saliese muy arreado para no quedarse atrás, luciéndose ya en el recibo capotero al sexto, al que se obvió el paso por el peto. Vio pronto Caballero que el pitón bueno del toro era el izquierdo y por ese lado planteó su quehacer, bajando la mano y llevándole muy atrás, en una faena de total entrega que remató con otro estoconazo inapelable que le franqueó la puerta grande.
Anduvo muy firme Paco Ureña con su manso primero, que cabeceaba y protestaba a cada muletazo. Intentó, bajándole la mano y derrochando pundonor y valor, corregirle en una labor que tuvo más mérito del que se acabó reconociendo.
Se hizo ovacionar al quitar por gaoneras al cuarto, muy dispuesto, ligando sin enmendarse con su típico toreo de compás muy abierto. Al natural toreó con muchísimo temple, arrastrando la muleta por la arena y pasándose muy cerca a un toro que embistió siempre con bravura y nobleza y aguantó muy entero una faena intensa, exigente y de muy largo metraje al que se terminó indultando. “Diablillo”, número 75, negro, volvió a su campo en Alcaraz a disfrutar de su casta.
No pareció que le afectase a Roca Rey la lesión sufrida el día anterior, saliendo a por todas desde el minuto cero. Sin atosigar a su oponente, no sobrado de fuerza, dándole la distancia que pedía, llevándole muy toreado y siempre metido en la muleta, como al público en el bolsillo desde que inició su larga faena con pases cambiados de rodillas hasta que la abrochó con circulares invertidos y un espadazo hasta la bola.
No tuvo tampoco demasiada fuerza el quinto y se le cuidó mucho en los primeros tercios. Dándole confianza y buen trato le fue afianzado hasta uncirle al engaño, embistiendo incansable y buen aire, sacando su matador hasta el último de los muchos pases que tuvo este también excelente ejemplar, “Belicoso”, número 43, para el que se pidió con mucha fuerza el indulto sin que ahora hubiese sensibilidad, generosidad ni equidad para, con los mismos motivos que al cuarto, perdonarle la vida.
FICHA DEL FESTEJO:
Sábado 13 de septiembre de 2025. Plaza de toros de Albacete. Sexta de feria. Lleno.
Se lidiaron seis toros de Daniel Ruiz, desiguales de presentación y juego. En conjunto tuvieron buen son, destacando el cuarto, que fue indultado, y el quinto, premiado con la vuelta al ruedo.
Paco Ureña (de azul noche y oro), media y dos descabellos, silencio; dos orejas y rabo simbólicos tras indulto.
Roca Rey (de tabaco y oro), entera, aviso, oreja; aviso, entera, dos orejas.
Manuel Caballero (de blanco y oro), que toma la alternativa, entera, oreja; entera, oreja.
De las cuadrillas destacaron Agustín de Espartinas y Viruta.