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Roca Rey conecta con la Málaga de Picasso antes de su gran cita del 19 de abril
El torero peruano explora la vida y la obra del artista malagueño antes de su compromiso en la Corrida Picassiana
Andrés Roca Rey ha cambiado por unas horas el oro de luces por los trazos y colores de Pablo Picasso. El matador peruano ha visitado este lunes la ciudad de Málaga como parte de su preparación para la Corrida Picassiana, uno de los festejos más singulares de la temporada, que se celebrará el próximo 19 de abril en La Malagueta, y en el que será uno de los grandes protagonistas.
A través de una ruta cultural organizada por Lances de Futuro, con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga, Roca Rey ha recorrido los espacios más emblemáticos de la ciudad vinculados a la figura del artista universal, profundizando en su vida, obra y en su relación con el mundo del toro.
La jornada ha comenzado en el Museo Casa Natal de Picasso, donde el torero ha conocido el entorno familiar y formativo del pintor malagueño. En ese espacio se ha detenido especialmente en las obras con temática taurina, como cerámicas, grabados, la serie “El toro” o los célebres minotauros y dibujos de toreros, que reflejan la fascinación de Picasso por la lidia y la simbología del ruedo.
Posteriormente, Roca Rey ha visitado la Plaza de la Merced, donde Picasso jugaba al toro en su infancia, y ha continuado hasta la Iglesia de Santiago, donde el pintor fue bautizado. Allí ha podido ver la pila bautismal que conserva el templo.
La ruta también ha incluido el paso por el Museo Picasso Málaga y por el edificio del antiguo Museo Municipal, donde el padre de Picasso trabajaba como conservador y profesor de dibujo. En ese taller, según relatan las crónicas, el joven Pablo trazó sus primeros óleos, acompañado de los apuntes taurinos de su progenitor.
La jornada ha concluido en la plaza de toros de La Malagueta, donde Roca Rey ha visitado el recién inaugurado Centro de Experiencias Inmersivas de la Tauromaquia (CEIT), un espacio de divulgación y tecnología que refuerza el vínculo entre cultura y tauromaquia en la ciudad.
El diestro, que afrontará en pocos días una de las tardes más simbólicas del calendario, se acerca así de forma personal y artística a la figura de Picasso. Un encuentro entre dos lenguajes —el del arte plástico y el del toreo— que se dan cita en una misma arena. La del genio y la del valor.