Triunfo

Roca Rey corta las calles de una inundada Valencia y lo llevan a hombros hasta el hotel

El peruano, que colgó dos tardes consecutivas el cartel de "no hay billetes", había cortados dos trofeos y se fue a portagayola en el último toro

GRAFCVA9340. VALENCIA, 17/03/2024.- El diestro, Roca Rey, sale por la puerta grande al finalizar la corrida de toros de la Feria de Fallas, con reses de Jandilla y Vegahermosa, y en la que ha compartido cartel con Talavante y José María Manzanares. EFE/Biel Aliño
Corrida de toros de la Feria de Fallas, con toros de Jandilla y Vegahermosa para José María Manzanares, Talavante y Roca Rey.Biel AliñoAgencia EFE

El primer éxito de Roca Rey había llegado mucho antes. Un día antes, porque por la plaza de toros de Valencia pasaron 44.000 personas en apenas 48 horas, con tres llenos de "No hay billetes". El torero reclamo fue el peruano, que se anunció dos tardes consecutivas. En la primera lidió un encierro de Victoriano del Río, pero las cosas no acabaron de arrancar. Ayer lo llevaron a hombros, no por la Puerta Grande, sino por la calles de Valencia, que os aseguro que están imposibles por la masificación constante de gente, hasta la propia puerta del hotel en el que se hospedaba el torero.

Esto habla de las pasiones que se viven dentro de una plaza de toros, en una tarde en la que Roca Rey estuvo a punto de indultar a un toro extraordinario de Jandilla, pero el presidente, muy estricto durante toda la feria, lo fue también para el toro. Sí lo premio con la vuelta al ruedo y el doble trofeo para el torero, que se abrió así la Puerta Grande. Con el sexto, cuando ya tenía el éxito asegurado, se fue a portagayola, ahí el mérito absoluto. La ambición desmedida de este torero que revoluciona los tendidos. Es por eso que a pesar de que el toro se rajó después, con sus muchas bondades, le arrancó un trofeo, con petición del segundo. Y la pasión hizo el resto. Camino de la Puerta Grande, a hombros. No fue suficiente. Valencia cortada, por la afición. Y Roca Rey, a hombros hasta el hotel.

Estas cosas ocurren, señor Ernest Urtasun, para el país que usted gobierna como cargo público y ministro de Cultura.