Vasili Blojin, el verdugo más prolífico de la historia
Su herramienta de trabajo viajaba siempre con él, la guardaba en un maletín como el que custodia un tesoro. Vasili Blojin no se fiaba de las convencionales TT-30 soviéticas, sólo usaba la suya, una pequeña pistola Walther PPK de 7,65 mm. «No hay arma más efectiva si se dispara en la base de cráneo», solía decir. La prefería porque era alemana, así podrían atribuir los muertos a los nazis si algún día se descubrían los cadáveres, pero sobre todo porque tenía menos retroceso tras el disparo, lo que significaba menos dolor en la muñeca al final de una larga jornada de ejecuciones. Su media en Katyn fue de un muerto cada tres minutos, unos 300 diarios, promedio que sólo incumplió el primer día, que se quedó en 250, lo que le produjo gran enfado y frustración. Mataba toda la noche, todas la noches durante cuatro semanas, llegando a ejecutar personalmente a un total de casi 7.000 polacos, cifra que en 2010 le valió el título de «verdugo más prolífico de la historia» en el Libro Guiness de los Récords. Para las ejecuciones aquella primavera ideó la llamada «habitación Lenin», un habitáculo insonorizado para que el resto de prisioneros que esperaban turno no escuchasen el disparo y se amotinasen. La habitación estaba pintada de rojo, construida de hormigón, acolchada por dentro y tenía un desagüe y una manguera de agua para limpiarla. La rutina consistía en lo siguiente: los guardias tomaban a un recluso bajo la excusa de que iba a ser juzgado, le golpeaban en el estómago con la culata del fusil y lo arrodillaban, entonces llegaba Blojin. No mediaba palabra con las víctimas, simplemente le disparaba en la cabeza a corta distancia. Un tiro debía ser suficiente. Dice la leyenda que al terminar la jornada, ya al amanecer, solía brindar con vodka junto a los guardias con los que trabajaba. En 1940, al año siguiente de Katyn, el verdugo fue premiado con la Orden de la Bandera Roja, que reconoce a los militares que muestran «coraje excepcional, abnegación y valor en combate». Vasili Blojin nació en 1895 en una familia de campesinos. Combatió en la I Guerra Mundial y cuando triunfó el comunismo, ascendió rápidamente en la cadena de mando de la policía secreta (NKVD, antecesora de la KGB). En 1926 fue elegido personalmente por Stalin como verdugo jefe del cuerpo, tras mostrar su valía en asesinatos por encargo de cargos del partido «incómodos» para el líder.