El Real Madrid toma el liderato al ganar al Valladolid 0-1

Había que abrir la lata, cuando el tiempo ya se echaba encima y el tren estaba a punto de salir. El Real Madrid no podía dejar pasar esta oportunidad de ponerse en cabeza con contundencia, con tres puntos por encima del Barcelona y mirar al futuro con otra cara. La derrota del conjunto de Quique Setién el sábado en Mestalla daba a los de Zidane una oportunidad de oro, pero en Valladolid el tiempo pasaba y el Real Madrid no encontraba el modo de hacer un hueco, tirar a puerta. Iba teniendo el balón, empujaba al rival, pero no había manera de llegar en condiciones: abusó de los centros al áre, porque por el centro había un atasco tremendo y el Valladolid había encontrado un muro.

El plan de Zidane estaba claro: por los lados y buscando un cabezazo salvador. Y llegó, un tanto de esos que luego se recuerdan porque fueron un paso significativo, algo más que tres puntos, un empujón de confianza y la confirmación de que ahora no hay mejor equipo en el fútbol español: centró por segunda vez Kroos, con calma, sin nadie metiéndole presión y eso es un seguro de vida. En el área estaban todos los jugadores altos del Madrid, los defensas. La pelota llegó a Nacho, que esta temporada está pasando bastante inadvertido y dio su remate le dio la gloria, la victoria y una ventaja de tres puntos frente a un Barcelona que no se encuentra.

Fue una victoria trabajada, como casi todas esta temporada, sufrida hasta el final. Un triunfo colectivo, en el que el Real Madrid luchó contra el tiempo, contra las pocas oportunidades y contra el agobio final de un Valladolid que despertó en los últimos minutos y marcó un gol en fuera de juego.

Era claro: había que resistir como un líder y el Real Madrid lo hizo