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Coronavirus

El “Santo” Virus, Pablo Iglesias y un Gobierno de mediocres

El coronavirus está acabando con los otros placeres: el placer de trabajar, de producir, de gastar, de consumir, sin los cuales la vida no es vida o es vida de “no salga usted a la calle”

Rueda de prensa tras Consejo de Ministros
Pablo Iglesias, vicepresidente y ministro de Derechos SocialesBorja Puig de la BellacasaAgencia EFE

Lunes, 30. Honor

Encerrado, como los toros. ¿Cómo se entretienen los toros encerrados? Lo ignoro. No conozco a nadie con cuernos. Uno, como no es toro y es obediente, sigue en casa, entre las paredes de las habitaciones.

-Vaya, confortablemente aburrido.

Tanto como aburrido, no: leo mucho y veo cine. Mis diversiones han sido siempre los libros, el cine y el deporte. El otro día vi en la televisión una película sobre el honor: el rey Arturo y sus caballeros. Honor: ¿valor arcaico, decaído? No lo sé. Pero el honor es un valor de toisón.

-Qué honor jugar en el Real Madrid- declaró Puskas al llegar al Madrid.

Kubala, al fichar por el Barça:

-El honor de poder ayudar al Barça.

El hombre es cuerpo, alma y honor. “El honor es la poesía del deber”. El honor es también el valor de la solidaridad y del mecenazgo. Amancio Ortega, Pau, Nadal, Juan Roig y tantos otros pueden decir lo que ha dicho uno de ellos:

-Ayudar a quien lo necesita es un honor.

“El honor es la conciencia externa, y la conciencia es el honor interno”. ¿Por qué no se aplican este pensamiento los políticos.

-¿No te gustan los políticos?

-Mienten demasiado y abusan del pecado de la demagogia.

El deporte sí es honorable, con las excepciones, claro es, que las hay.

Martes, 31. Factores

Enclaustrado. Leo, pienso y cavilo sobre el factor humano y el factor naturaleza. El factor humano, hombre o mujer, es cuerpo y alma, o cuerpo y cerebro (doctor Marañón) o cuerpo y otra cosa.

-Discutible, en efecto.

Factor naturaleza: sol, cielo, estrellas, bichos, bosques, flores, árboles… no sigo.

-La naturaleza es vida.

Y poesía.

A la naturaleza, desde hace siglos, el factor humano no para de tocarle los cojones (metáfora) con sus inventos: aviones, bombas, creaciones, ensayos, robots…

-Eso, en efecto, es un hecho incontrovertible.

Reacción cabreada y defensiva de la naturaleza contra el hombre inventor: deshielo, tornados, inundaciones, lluvias torrenciales, terremotos, cambio climático, virus...

-Lo del virus coronado, por cierto, es casi como un bombazo atómico.

Un bombazo coronavirus, sí. O sea: más tiempo sin fútbol, sin tenis, sin todo lo que hace deliciosamente feliz y competitivo al ser humano.

Miércoles, 1. Abril

Otro mes, abril. En abril, aguas mil. E incertidumbres y desalientos mil con las medidas económicas del Gobierno.

-¿Ayudas? ¿Qué ayudas?- se queja un autónomo por la la televisión. Filfa. Vaya Gobierno de mediocres que tenemos, y el Pablo Iglesias ése, bueno, me muerdo la lengua

Agrega, no obstante:

-Y sin fútbol. Sólo veo virus por todas partes.

Se palpa, se mastica, el “desánimo nacional”.

El humor, dicho sea al paso, es otra forma de hacer filosofía.

-Jardiel Poncela -me recuerda Hernán San Pedro- decía que el matrimonio de conveniencia es ese matrimonio que no conviene a ninguna de las dos partes. Opino, parafraseando a Poncela, que los gobiernos heteróclitos como el de Sánchez e Iglesias, son también contubernios que no convienen ni a ellos ni a España.

Asiento. Como no salgo a la calle, pongo la televisión que es otra manera de estar en la calle.

La cosa del “vicio” o “virus” del deporte, maldita sea, está como el contubernio gubernamental: mal. En abril, pues, ciscos y cabreos mil.

Jueves, 2. Dolor

A don Miguel de Unamuno le dolía España, y a España le duele el Gobierno de España.

-¿Por qué dices que a España le duele el Gobierno?

Vivo, a pesar del encierro, la actualidad. Y leo, veo y oigo que el español no está a gusto. Desazón, inseguridad, miedo.

-¿Miedo a qué?

-A Pablo Iglesias, por ejemplo. Inquieta este señor por sus escoradas y obsoletas ideas comunistas. Este señor no es ni el presente ni el futuro, es el antediluviano pasado.

“Eres escoria, Pablito” (García Calvo). García Calvo jugó al fútbol en el Atlético, entre otros equipos. Duro: escoria.

Yo, tampoco tengo afecto político alguno al ancestral comunista. El otro día me soltaron:

-Usted parece que no cree en los políticos.

Solté:

-Poco. A mí también me duele el dolor que aqueja a España.

Viernes, 3. Fornicar

Fornicar. Eso es lo que no para de hacer el coronavirus. ¡Qué virus, qué macho! Está acabando con los otros placeres: el placer de trabajar, de producir, de gastar, de consumir, sin los cuales la vida no es vida o es vida de “no salga usted a la calle”.

-Como no acabemos con el coronado, el tal coronado mutila mortalmente la especie humana.

Quién sabe. El deporte, entre tanto, sigue triste, pasivo, sin fornicar.

-Un gol glorioso, un gol de título mundial es mas placer que el placer de fornicar –recuerdo que dijo, sino así exactamente, casi exactamente así- Iniesta.

Iniesta era un santo virus del balón, del gol glorioso, de la alegría de ser y de vivir al aire libre, no entre paredes.

-A ver, oiga, cuándo volvemos a ser santos virus de la alegría de vivir al aire libre.

Ni se barrunta, de momento.