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La boxeadora que se salvó del dopaje... por tener sexo

Ingrit Valencia, contra Virginia Fuchs
Ingrit Valencia, contra Virginia FuchsMartin MejiaAgencia AP

Durante unos días en marzo, Ginny Fuchs pensó que su mayor desafío del año sería manejar su trastorno obsesivo compulsivo durante una pandemia viral mientras aún entrenaba para boxear en los Juegos Olímpicos. Y luego 2020 se volvió aún más loco para la esperanza del peso mosca olímpico de EE. UU. Los Juegos de Tokio fueron pospuestos, agregando otro retraso a los sueños de una luchadora tenaz que ha pasado una década trabajando para lograr su primera aparición olímpica.

Además o sobre todo, dio positivo en una prueba de la Agencia Antidopaje de EE. UU. Fue un gran susto, que ha tenido un final increíble pero feliz.“Las bajas cantidades de metabolito de letrozol y metabolitos GW1516 detectados en su muestra fueron consistentes con la exposición reciente a sustancias a través de transmisión sexual”, confirmó la USADA.

Había dado positivo en letrozol y GW1516. El primero es enmacasrante y el otro puede ser similar a la EPO.

Ella aseguró que todo pasó por un encuentro sexual con su compañero: “La USADA ha completado una exhaustiva investigación para darse cuenta de que mi caso era único, y que no he trascendido ninguna norma. Ha sido una gran lección, pero se acabó. Ahora estoy totalmente concentrada en Tokio", ha dicho