Fabio Quartararo: “No pienso en si soy el anti Márquez, pero estoy listo para luchar con él en MotoGP”

Acabado el confinamiento, los motores vuelven por fin a rugir esta semana en Jerez. El curso 2020 será especial y distinto por culpa del coronavirus. Una temporada que podría titularse «Un diablo viene a verte». Se trata de Fabio Quartararo, el «rookie» del año en 2019 y al que todos señalan como el más preparado para poner en apuros a Marc Márquez. Incluso esta misma temporada desde la Yamaha satélite del equipo Petronas. En 2021 se subirá a la moto oficial de Rossi, un futuro asegurado que le da tranquilidad para centrarse en el presente.

–¿Cómo fue su cuarentena?

–La pasé en Andorra. Ha sido difícil porque no podíamos hacer moto y veíamos cómo las carreras se iban cancelando. Suelo ser muy hiperactivo y he conseguido estar un poco más tranquilo. Entrenaba con lo que tenía en casa. Hacía escaleras, comba en el jardín, ejercicios de «core», abdominales... He aprendido algunas cositas que me van a ir bien para la vida diaria.

–¿Qué ha aprendido?

–A ser un poco más paciente. Antes siempre tenía que hacer algo, ir de aquí para allá. En el confinamiento tenía mi rutina, que me ayudaba a estar centrado.

–¿Se enganchó a algo? Hay quien se puso a cocinar...

–Me enganché más a la Playstation que a cocinar, no voy a engañar. Más que viciarme en algo, he intentado mejorar cosas que no hacía tan bien antes. Mi flexibilidad es muy mala, entonces en el confinamiento hacía estiramientos y ejercicios. El resultado es que sigo como una piedra, pero he mejorado bastante.

–¿Ha sufrido de cerca el coronavirus?

–Mi prima lo ha pasado mal, pero finalmente no era el virus, era otra cosa. Por suerte nada grave. Siempre le digo a mis padres y a mi familia que tengan mucho cuidado. Que esto no se va a ir así de repente. Poder salir no significa que esto ya es una fiesta. Hay que tener precaución.

–Si había alguien que quería que empezase el Mundial debía de ser usted...

–No es que no arrancara sólo para mí, era igual para todos, pero es verdad que veníamos de unos test de Sepang con buenos tiempos y en Qatar acabamos con un simulacro de carrera espectacular. Y con eso me quedo, con la mejora en el ritmo vuelta a vuelta. Estábamos muy listos para la primera carrera, pero todo el mundo va a empezar en Jerez el miércoles haciendo el test y veremos quién sufre más el jueves. Estoy seguro de que todos estaremos muy doloridos después de tantos meses sin subirnos a una MotoGP.

–¿Cómo se pasa de «rookie» a favorito en un año?

–Cuando tuve la oportunidad de subir a MotoGP el año pasado cambié muchas cosas. No pensaba en nada más que hacerlo bien en MotoGP. El equipo ha sido muy profesional y me ha gustado su manera de trabajar. Cuando subes de Moto2 ves que estás en otro nivel. No sólo por la potencia y esas cosas. También en cuanto a que tienes que ser muy preciso en tus comentarios y todo lo que debes probar y hacer en la moto. Esto me ha hecho más maduro como piloto y como persona.

–La élite es otra historia...

–En un año en MotoGP he aprendido más que los cuatro que estuve en Moto3 y Moto2. No sólo es ir al máximo, hay que pensar en los neumáticos, en la electrónica... Y todo eso mientras das el cien por cien de tu capacidad encima de la moto.

–Va a heredar la Yamaha de Rossi y a intentar destronar a Márquez, vaya nombres...

–Sí, y todo ha sido muy rápido. Un cambio radical. Nadie me esperaba ahí arriba. Ni yo esperaba hacerlo tan bien en mi primer año en MotoGP. Cuando llegué me concentré al cien por cien en la moto y en hacer resultados. Tenía 19 años y si no despuntas rápido, te vas otra vez para abajo y subir de nuevo es más difícil. La verdad es que me ha ido superbien.

–¿A qué le suena lo de ser el anti Márquez?

–Si me lo hubieran dicho hace cuatro años hubiese tenido mucha presión. Pero como ya me comparaban con Marc a los 15 años, pues ahora sé lo que es. No hay que pensar en ser el anti de Márquez o de cualquier piloto, pero es verdad que estoy listo para luchar con él. En algunos circuitos nos costará, porque Marc tiene mucha experiencia y nosotros vamos tomándola.

–¿Usted ha crecido?

–Si el campeonato pasado lo hubiera empezado con lo que sé ahora, hubiera sido diferente. Ahora soy consciente de los errores que hice y tengo cosas en mente que no tenía en 2019.

–¿Cómo es su relación con Marc y Valentino?

–Todavía me siento raro, sobre todo con Rossi, porque a Marc lo conocí cuando tenía 14 años y estábamos en el mismo equipo, nos veíamos, entrenábamos... No puedo decir que sea de mi edad, pero no hay tanta diferencia como con Valentino.

–¿Rossi es el ídolo?

–La primera carrera que recuerdo es de Rossi. Y de pequeño yo quería ser como él. Es el único piloto con el que todavía me pongo nervioso al hablar con él. Es el rey de MotoGP, así que es raro escuchar que estamos peleando con estos nombres.

–¿Cree que Marc se empeñó en que no ganara en 2019?

–Bueno, no siento esto. Cuando luchas con un rival directo es lógico que no quieras perder. Lo entiendo si me pongo en su lugar. Es lo normal y yo haría lo mismo, hacer que el otro no gane. Fue así y no pasa nada porque no consiguiera una victoria. No tengo una espina clavada. Era el primer año en MotoGP y muy pocos han hecho lo que yo hice.

–¿Se puede parar a Marc?

–Claro, salir a pista pensando en hacer segundo no es la mejor actitud. Si estoy aquí es para ganar, desde pequeño.

–¿Le ayuda tener el futuro asegurado en el equipo oficial de Yamaha?

–La única presión que podía sentir es la de no tener moto para 2021, pero con el futuro asegurado hasta 2022, la presión que hay es sólo la buena, esos nervios que forman parte del deporte. Es muy guapo vivir esta presión.

–¿Puede debilitar a Marc el asunto de su hermano Álex con Honda?

–Mi hermano trabaja con mi padre fuera de esto, así que no lo sé porque no lo tengo en pista. Este año ya hemos visto muchos movimientos y es algo en lo que no me quiero meter.

–¿Hay que estar cachas para llevar la MotoGP o es una leyenda?

–Si estás flojo no la conduces o la conduces muy poco. Las rectas parecen largas, pero sales de una curva, vas a la izquierda, tienes que girar a la derecha, llegas en sexta y tienes que frenar. No descansas nunca. Debes tener un cardio y una masa muscular adecuada. No es una leyenda.