Maradona

Qué bueno que exististe, Diego

Hay muchos lugares y gentes que se han quedado huérfanos con la muerte del Diez

Homenaje a Maradona en Nápoles
Homenaje a Maradona en NápolesAlessandro GarofaloAP

Debatir quien es el mejor jugador de la historia del fútbol y de cualquier disciplina deportiva es tan injusto como inevitable. En un deporte de equipo es muy difícil ser categórico porque más allá de valorar épocas distintas, la diferente permisividad arbitral, la profesionalidad del deporte en cuestión o la diferencia del estado de los terrenos de juego, hay un intangible que depende del sentir individual de cada uno. Determinadas emociones únicamente las podemos valorar nosotros mismos y ese inevitable componente subjetivo tiene más peso en la balanza final que cualquier otro factor.

Es indiscutible que la figura de Diego Armando Maradona ha trascendido mucho más allá de lo que engloba el fútbol. Su leyenda va más lejos del césped. Además de su palmarés y de los goles que quedarán para siempre en nuestra memoria, su nivel como futbolista, su personalidad y su carisma le llevaron a convertirse en un Dios tanto en Argentina vistiendo la camiseta de la albiceleste como en Nápoles. Lugares y gentes que se han quedado huérfanos al perder un ídolo que tantas sensaciones y sentimientos despertó a distintas generaciones y que siguieron su vida repleta de excesos hasta una muerte tan triste como escasamente sorprendente.

En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, sus seguidores le adoran con una pasión irracional sólo a la altura de mitos en su país como Carlos Gardel o Evita Perón. Su figura y sus mejores momentos en la cancha quedarán para siempre en el recuerdo de todos los amantes de un deporte que ha despedido a un Rey.