Opinión
“Vamos Rafa” y “Viva Ayuso”
La vieja normalidad del tenis es el apoyo a Nadal. La nueva, el ánimo a la presidenta
Ion Tiriac, el capo del Mutua Madrid Open, se habrá preguntado en esta atípica edición si la nueva normalidad en la Caja Mágica se parecerá al atípico torneo que terminó con el título de Zverev. El protocolo sanitario estableció gradas semivacías y el adiós de Nadal antes del fin de semana puede ser un anuncio de lo que viene. En Madrid, en realidad en toda España, el aficionado al tenis es minoría. Rafa, como Madrid, que diría alguien, es España. Aquí, como asegura Florentino, la gente quiere ver a Nadal y a Federer, pero eso cada vez es más difícil. Costará acostumbrarse a vivir sin el «Big 3».
Otras tradiciones no se pierden. El gusto del público por hacerse oír es una de ellas. A diferencia de los estadios de fútbol donde las gradas siguen mudas, en el tenis se han abierto de forma tímida las puertas. Y eso permite adivinar por dónde van las preferencias del personal. En el barrio de San Fermín se ha escuchado el «Vamos Rafa» de toda la vida, una banda sonora imborrable para el deporte español. Con el fútbol a la baja, la novedad ha sido el «Viva Ayuso». Nunca se oyó un «Viva Gallardón», un «Viva Esperanza» o «Viva Cristina». La presidenta madrileña estuvo en la final y no fue lo de la calle Génova el 4-M, pero... El grito es el reflejo de una victoria que va más allá de los feudos populares. En teatros, en conciertos, en espectáculos para niños... tipos que no son sospechosos de filiación al PP han adoptado el lema de la cultura segura. En restaurantes, tabernas, tascas y bares no es raro ver y oír que «menos mal que ha ganado Ayuso». A Zverev le sonaría rarísimo. Al público de la Caja Mágica no le sonó mal.
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