Ryan Crouser mejora un centímetro su récord del mundo de peso

El lanzador estadounidense Ryan Crouser (Portland, 18-12-1992) ha batido el récord del mundo de peso con un lanzamiento de 23,38 metros, un registro que mejora en un centímetro la anterior plusmarca también en su poder. El lanzamiento llegó en los ”Milrose Games” celebrados en Nueva York. Crouser, de 29 años, no tuvo rival en la cita neoyorquina después de conseguir la hazaña en su segundo intento. El americano venció por delante su compatriota Payton Otterdahl (22,01) y del italiano Nick Ponzio (20,78).

Crouser se ha convertido en los últimos años en una de las referencias del atletismo mundial. El gigante yanqui (2,01, 141 kilos y con un consumo diario de 5.500 calorías) es doble campeón olímpico y no tiene rival en el lanzamiento de la bola de 7,26 kilos. La final de Tokio fue el mejor ejemplo de lo que representa ahora mismo Crouser. En Tokio hizo el que era entonces el segundo mejor lanzamiento de la historia y se quedó a siete centímetros del anterior récord del mundo. El más cercano al mejor lanzador de todos los tiempos fue su compatriota Joe Kovacs con 22,65. Para mantener el nivel, el neozelandés Tomas Walsch se llevó el bronce con 22,47. Si existiera la posibilidad de que un mismo lanzador se llevase todas las medallas, el oro, la plata y el bronce hubieran sido para Ryan Crouser. Los cinco mejores lanzamientos de la final fueron suyos. La secuencia fue poco menos que imposible. Arrancó con 22,83 con lo que superaba su récord olímpico (22,52). La nueva marca duró unos minutos. Mejoró en su segundo tiro con 22,93 y mantuvo el nivel en el tercero con 22,86. En realidad es que en sus seis lanzamientos superó la marca con que se llevó el oro en Río. El desafío era comprobar si por tercera vez en su vida mandaba la bola de 7,26 kilos más allá de los 23 metros. Y vaya si la mandó. Se soltó con un lanzamiento de 23,30. Los 22 metros no tienen ningún secreto para él. Ha superado la distancia más de 130 veces y seis de las diez mejores marcas de todos los tiempos son suyas.