Un debate de años

La trágica historia de la atleta trans que apuñaló salvajemente al dirigente que la despojó de sus títulos

El debate entre identidad sexual y deporte no es nuevo y muchos atletas acabaron en el ostracismo o lo que es peor, como el caso de Lauren Jeska, en la cárcel.

Lauren Jeska
Lauren JeskaTwitterLa Razón

Corren malos tiempos para la “Ley Trans”. Los constantes retrasos en su aprobación han abierto una brecha en el Gobierno y mantienen en pie de guerra a un gran sector del feminismo. La “graves consecuencias” que la ley trans tiene sobre las mujeres y, en concreto, el mazazo que supone la participación de atletas trans para el deporte femenino se ha convertido en una de las grandes batallas de las plataformas feministas durante el último año. Un debate que se vio amplificado por el caso “Lia Thomas”, una nadadora transgénero de 22 años, que ha generado un gran escándalo tras batir todos los récords de mujeres en la Universidad de Pensilvania (Penn). Sin embargo, el debate de la inclusión o no de estas atletas no es algo ni mucho menos reciente.

Los niveles de testosterona se han convertido en un calvario para estos atletas. Ahí está el mediático caso de Caster Semenya, la corredora intersexual con cromosomas XY y altísimos niveles de testosterona. En abril de 2018 la Federación Internacional de Atletismo decretó una norma en su contra y en la práctica le prohibieron competir salvo que se medicase. El debate entre identidad sexual y deporte no es nuevo y España ya tuvo su propio “caso Semenya” a principio de los 40.

El caso de María Torremadé, gran figura del deporte femenino en la España de posguerra, llevó a Pilar Primo de Rivera, Delegada Nacional de la Sección Femenina del franquismo, a prohibir la práctica del atletismo para las mujeres durante más de 20 años. Era una máquina total pero con un problema: Era un hombre en un cuerpo de mujer. En 1942, a los 19 años María modificó su nombre al Registro Civil por el de Jordi después de una intervención de adecuación genital. Su carrera en el atletismo se truncó y sus marcas desaparecieron de los registros oficiales.

La reclusa Lauren Jeska

La lucha de estas atletas puede llevarles al ostracismo e incluso a la cárcel. Los medios británicos rescataban estos día el dramático caso de Lauren Jeska, campeona de Fell Running (una técnica en el que los terrenos elevados y montañosos se erigen como los principales protagonistas), en un reportaje sobre la reclusas más famosas de la prisión de mujeres Styal, en Manchester. Pero ¿Quién es Lauren Jeska?

El 22 de marzo de 2016 Lauren Jeska tomó dos cuchillos de cocina, irrumpió en la oficina que Ralph Knibbs posee en Birmingham y apuñaló en la cabeza al dirigente. Un año después la Justicia británica la condenaba a 18 de cárcel por “tentativa de homicidio” y argumentaba que el ataque había sido premeditado.

Aquella furia que se desató en la mente de la corredora, que en la actualidad tiene 48 años, tuvo su origen en la noticia que le dio la oficina de recursos humanos de atletas británicos, en la que trabajaba Knibbs.

Debido a que las pruebas de sangre que corroboran los niveles de testosterona no fueron presentadas correctamente, se le había informado que perdería todos sus títulos. Según lo estipulado por el Comité Olímpico Internacional (COI), el género de un atleta lo determinan los niveles de hormonas en su cuerpo, por lo tanto, los deportistas transexuales deben hacerse pruebas constantemente para certificar que su nivel es acorde al de la categoría.

Jeska viajó más de 160 kilómetros desde su casa en Gales hasta Birmingham con dos cuchillos escondidos en una mochila para atacar a Knibbs. Jeska -bautizada bajo el nombre de Michael, se graduó en Física en la Universidad de Oxford y fue campeona en 2010, 2011 y 2012 en Inglaterray en 2012 logró el título británico. No obstante todos sus títulos fueron declarados nulos y sin efecto.

Actualmente, está encarcelada en HMP Styal y no podrá optar a la libertad condicional hasta 2029.