Medios marroquíes destacan lo mal que sientan en Argelia los triunfos de su selección

Las conocidas malas relaciones que mantienen Marruecos y Argelia se han extendido al terreno del fútbol y al hecho de que “Los Leones del Atlas” se hayan clasificado para las semifinales del campeonato. La prensa de Rabat está atenta a las reacciones de su vecino, celoso de los triunfos marroquíes, y ha publicado una serie de noticias cuando menos llamativas.

La primera de ellas se refiere al cese del responsable de la televisión estatal argelina por el mero hecho de informar de la victoria de Marruecos sobre Portugal.

“El domingo 11 de diciembre se produjo un cambio brusco en la dirección general del Establecimiento Público de Televisión de Argelia (EPTV). Mohamed Bouslimani, ministro de Comunicación de Argelia, ha nombrado al periodista Nadir Boukabes como nuevo director general del medio en sustitución Chabane Lounakel”.

Según Le360, “fue destituido brutalmente por la junta militar local, que lo acusa de haber autorizado el anuncio, en el telediario del pasado sábado, y en horario de máxima audiencia, de la histórica clasificación de los Leones del Atlas a las semifinales del Mundial de 2022. Un anuncio que además se hizo sin comentarios”.

Subraya que nadie puede entender que la televisión argelina se apresurara a informar, “sin mencionar nunca el nombre del país que la tumbó”, de la eliminación de España en octavos.

El mismo digital asegura que “soldados argelinos que han compartido un vídeo en TikTok en el que celebran la victoria de los Leones del Atlas en los cuartos de final (…) corren el riesgo de al menos diez años de prisión”.

“En la Argelia de los generales, apoyar a la selección marroquí de fútbol está sujeto a las más duras represalias y a largos años de prisión. Soldados argelinos, miembros de las fuerzas especiales, acaban de enterarse a sus expensas. Fueron arrestados por haber compartido” el citado vídeo, en el que “felicitaron” a sus “hermanos” por la victoria.

“Los portavoces del régimen indican a este respecto que serán juzgados por un tribunal militar y que se arriesgan como mínimo a una pena de diez años de prisión por injerencia en el deporte y la política; y usar las redes sociales desde un cuartel”.