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Entrevista

Sebas Saiz: «Los Gasol competían hasta jugando a las cartas y eso se hereda»

Uno de los pilares interiores de España afronta desde el jueves su primera gran cita con la absoluta. «Vamos a comernos el Europeo», asegura

Sebas Saiz, pívot de la selección española
Sebas Saiz, pívot de la selección españolaALBERTO NEVADOFEB

Sebas Saiz (15-7-1994, Madrid) está a horas de debutar en su primer gran torneo con la selección. Con las categorías inferiores fue campeón en Manheim (un Mundial oficioso) y ganó dos medallas europeas (plata y bronce) con los sub’20. Con 28 años y siendo una estrella de la Liga japonesa su rol en el equipo de Scariolo ha ido de pieza determinante en las «Ventanas FIBA» a primer recambio interior para el Eurobasket. Su intensidad no la aporta nadie en España.

Seis partidos, más de un mes de concentración... ¿cómo llega España al Eurobasket?

No estamos tan lejos de las selecciones que dicen que son favoritas. Hemos jugado amistosos contra ellos, hemos podido competir, medirnos y ver lo que tenemos que seguir mejorando para llegar a ese nivel. Bosnia por ejemplo ha ganado a Francia y a un partido nosotros podemos ganar a cualquiera. Vamos a ir partido a partido, a sumar victorias y con ganas de comernos el Europeo. Ojalá acabemos en el podio, pero no se puede pensar más allá.

El descenso de talento, el ranking de la FIBA que les deja fuera de semifinales... ¿cómo se digiere todo eso?

Todo eso es gasolina que tienes si te gusta competir. Lo escuchas, te lo guardas y cuando estás compitiendo lo usas para hacerlo mejor y poder morder.

¿Qué virtudes de la etapa anterior pueden servir de ayuda en el Eurobasket?

Aquí nos consideramos una familia, somos todos como hermanos. Aquí se lucha siempre por el compañero, da igual quien salga, quien no salga, si mete un día más uno o si mete un día más otro... aquí al compañero se le trata como si fuera un hermano. El que un equipo se componga de doce jugadores que van a muerte con el compañero es muy peligroso para el rival y ésa es una virtud que hemos aprendido de nuestros mayores.

¿Con qué se queda de la convivencia con los Gasol?

Con el afán de competir. Los dos eran grandes competidores aparte de todo el talento que tenían y lo buenos que eran en la pista o lo que hacían a nivel técnico y táctico... es que eran dos enormes competidores. El hambre que tenían en cada entrenamiento, en cada partido, en cada amistoso, en cada final de los Juegos, jugando a las cartas... en todo. Eso es algo que se hereda y que hemos aprendido de ellos.

¿Quién es el líder ahora?

Rudy claramente es el líder indiscutible. Cuando él habla, todos escuchamos. Es un gran capitán.

Imagino que hay tradiciones como la cena de los novatos que se siguen manteniendo...

Sí, sí... eso siempre va a seguir así. Este año han tenido suerte porque eran once y les ha salido bastante bien de precio. En mi debut éramos Juancho, Oriola, Willy, Sastre y yo, que venía justo de la universidad y terminé con cero euros en la cuenta. Me dolió y salió por un pico.

Su rol en el equipo es diferente al de las «Ventanas FIBA» y más todavía en relación al que tiene en Japón, ¿cómo se asume?

Con naturalidad porque son situaciones diferentes. Allí hago muchas más cosas, pero es que lo de aquí tiene una relevancia y una importancia que es espectacular. Un buen jugador se caracteriza por cómo se adapta a cada situación que tiene que afrontar y en la que tiene que competir al máximo. Yo estoy preparado, tengo todas las cartas sobre la mesa y en cada momento utilizo las que son necesarias. Creo que ésa es una de las mejores características que tengo como jugador. Sé que mi rol es la intensidad en defensa y en ataque. Puedo jugar más a menos, pero el tiempo que esté en la pista sea al máximo de intensidad y eso lo tengo muy metido en la cabeza. Tengo que aportar mucho en poco tiempo, lo tengo muy claro. Soy una pieza más en esta máquina.

El Eurobasket le puede servir de escaparate...

Sí porque va a ser el primer gran torneo que juegue desde la sub’20 y tengo muchas ganas porque el nivel es muy alto. Los mejores jugadores del mundo ahora mismo son europeos. La Euroliga, por ejemplo, es uno de los lugares donde me gustaría competir.

Su experiencia lejos de España puede servir de ejemplo a más de uno después de un verano histórico para las selecciones inferiores, pero que no termina de significar una llegada masiva y con minutos a la ACB...

Cada uno tiene su ruta y mi ejemplo a lo mejor no sirve para muchos. Dentro de los caminos que hay lo que tienes que hacer es escoger el que mejor se adapta a tí y el que más te va a ayudar. Yo salí de España con 18 años a Estados Unidos solo, sin saber inglés, sin saber realmente dónde iba, sin conocimiento de la cultura americana... al final me adapté, pero los primeros meses fueron muy complicados.

Emigrante en Estados Unidos y Japón

Cinco años en Estados Unidos, uno en el instituto y cuatro en la universidad, le dieron para sacarse la licenciatura de Administración y dirección de empresas. Tres años en Japón le han bastado para convertirse el próximo curso en el jugador mejor pagado de la Liga nipona con el Alvark Tokyo. Entre ambas etapas fue fichado por el Real Madrid, pero no llegó a debutar de blanco. Jugó un año en Burgos y otro en Tenerife antes de partir rumbo a Asia «por dinero», como reconoció en su momento en Onda Cero. «Tengo ofertas de aquí, pero me encuentro cómodo de momento en Japón», asegura. Sebas también mira más allá del baloncesto: «Tengo un par de temas de inversión vinculados con la gestión de patrimonio».