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Bravo: Manos de portero, pies de centrocampista

Bravo, durante el entrenamiento del Barcelona
Bravo, durante el entrenamiento del Barcelonalarazon

Claudio Bravo es el portero menos goleado de Primera, con 16 tantos encajados en 27 partidos. Alguna de las 56 paradas que ha hecho en la competición doméstica son de esas que supone salvar algún punto, como una estirada en Getafe que hubiera roto el 0-0 final. Ha conseguido lo que parecía difícil: que la marcha de Víctor Valdés no se haya convertido en un drama. Titular en un puesto que parecía destinado a Ter Stegen, se hizo fuerte cuando el alemán se lesionó y la Liga se ha convertido en su responsabilidad, dejando la Copa y la «Champions» para su «rival» y compañero. Y eso que no empezó demasiado bien, con una «cantada» en su primer partido de pretemporada, ante el Nápoles, que supuso la derrota por 1-0. «Pero es un hombre muy tranquilo y profesional. Cuando se decía que lo quería fichar el Barcelona, yo veía que se iba a hacer sin problemas porque es un jugador con mucha personalidad, que aguanta la presión de estar en un equipo así», afirma por teléfono Miguel Ángel Lotina, que lo tuvo a sus órdenes en la Real Sociedad en la primera temporada en España del portero.

Bakero fue quien lo contrató para el conjunto donostiarra, procedente del Colo Colo, y durante un tiempo estuvo peleando con Riesgo por el puesto hasta hacerlo suyo. «No es espectacular, pero siempre está bien colocado», continúa con su análisis Lotina. Y como se le exige a todo guardameta en el Barcelona, sus pies cuentan tanto como sus manos. «Tiene un golpeo muy preciso, tanto en corto como en largo. Tiene un buen interior y los pases en largo con el empeine recuerdan un poco a los de Xabi Alonso. La pelota va muy tocada», continúa su preparador en 2006. «En la toma de decisiones, cuándo dar en largo o en corto o cuándo arriesgar, era mejor Valdés, pero en el golpeo, no», añade.

Curtido con entrenadores como Bielsa, al que compara con Luis Enrique, Bravo está ante su gran reto, que no es otro que el Real Madrid. Contra los blancos no puede presumir de currículum: nueve derrotas y un empate en sus diez enfrentamientos directos, 31 goles encajados, nunca su portería quedó virgen.