Opinión

Buen gusto o mediocridad, la importancia de ganar la final de la Eurocopa

Que gane España es lo mejor para el fútbol, para el entretenimiento y para las cosas bien hechas. Los ingleses se han plantado en la final sin jugar un pimiento y aburriendo al personal

Los jugadores de la selección, en el entrenamiento de este sábado
Los jugadores de la selección, en el entrenamiento de este sábadoAgencia AP

La posibilidad de ganar la tercera Eurocopa de las últimas cinco, ya está aquí. Este domingo, en Berlín, De La Fuente y los suyos pueden culminar un torneo soñado, ganando todos los partidos y siendo, de largo, el equipo que mejor ha jugado de entre todos los participantes. Curiosamente y por la suerte de caer en un lado del cuadro más «tierno», el rival será la Inglaterra de Southgate, sin duda una de las selecciones más decepcionantes en cuanto a fútbol se refiere.

Con una plantilla repleta de buenas individualidades, los ingleses se han plantado en la pelea por el título sin jugar un pimiento al fútbol, sin destacar ninguna de sus estrellas y aburriendo al personal, convirtiendo sus partidos en una eterna pesadilla. El fútbol es ese deporte donde no siempre gana el mejor y, a un partido, puede pasar cualquier cosa, incluso que gane Inglaterra, pero por lo visto hasta ahora, España es la gran favorita para ganar, dejando a resolver únicamente de qué manera va a vencer. La selección se ha ganado sobre el verde el derecho a ser favorita, un cartel que no le pesa al entrenador y que no parece que afecte mucho a los jugadores, metidos en su burbuja de buen rollo y mejor fútbol. Es difícil pensar que los de la isla puedan jugar mejor que los nuestros, repentinamente y en un partido tan importante, pero su calidad individual siempre puede aparecer para solventar un partido. Otra cosa será cómo se las van a apañar para frenar el circuito futbolístico de la Roja, algo a lo que no se han enfrentado en todo el torneo. En deporte no existe la justicia poética, pero sería muy distinta la reflexión a hacer en función de quien gane.

Si el título lo levanta Inglaterra, los defensores de la mediocridad tendrían un argumento al que agarrarse, incluso pudiendo llegar a criticar el buen juego de la selección por no haber conseguido levantar la Euro. Que gane España es lo mejor para el fútbol, para el entretenimiento y para las cosas bien hechas. Es importante premiar a un equipo con un estilo propio, valiente, divertido y con personalidad, ante otro ramplón, con un entrenador desastroso y con estrellas que no han comparecido hasta ahora. Si el partido es divertido, será porque España intenta que así sea. Esa ambición, que prioriza un estilo por encima del resultado, debería encontrar su premio, por el bien de todos.