Mundial de ciclismo

Balderstone, el invitado sorpresa de España en el Mundial de Ruanda

El corredor del Caja Rural fue el mejor español en la pasada Vuelta y es campeón nacional contrarreloj. Ahora le espera el Mundial, al que llega por las molestias de Landa

Balderstone, con el maillot de campeón de España contrarreloj
Balderstone, con el maillot de campeón de España contrarrelojAgencia Efe

Abel Balderstone (Ullastrell, 2000) no estaba en la primera lista de Alejandro Valverde para el Mundial del domingo en Ruanda. Pero su gran temporada y los problemas de espalda de Mikel Landa le abrieron la puerta de un campeonato que no estaba en sus planes al comienzo del curso. «Lástima que no pueda ir Mikel por los problemas de espalda», se lamentaba Abel después de la contrarreloj de Valladolid en la Vuelta.

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Mikel era un hombre de confianza del seleccionador. Fueron compañeros en Movistar y Valverde sabía lo que le podía pedir. Pero con 25 años cumplidos el día de San Fermín, Balderstone ha vivido su mejor temporada. Fue el mejor español en la general de la Vuelta y luce el maillot de campeón de España contrarreloj. Pero él no es un especialista. El título se lo ganó en Sierra Nevada, en una cronoescalada y la Vuelta le ha confirmado que cuando mejor se siente es cuando la carretera mira hacia arriba. «Te diría escalador», dice al preguntarle por sus virtudes como corredor. «Es verdad que hay unos diez corredores que son muy buenos, son como extraterrestres subiendo ahora mismo en el pelotón. Pero yo creo que me defiendo mucho mejor en escalada. Tampoco te diría que soy malo en nada, soy bastante completo. Mi peso no me permite llanear como una persona de 80 kilos pero me defiendo bastante bien», dice el corredor del Caja Rural.

La muestra de que la montaña se le da bien fue la etapa del Angliru. Aunque acabó desfondado y tirado en el suelo de manera llamativa, fue uno de sus mejores días en la Vuelta. «Ese día no sé qué me pasaba pero sabía que tenía piernas y podía hacerlo bien y fue así. No esperaba estar de los primeros pero una vez estás ahí te cuesta creerlo. Lo di todo y estoy muy contento», asegura.

Y eso que él mismo dudaba de que pudiera estar en la carrera española. «Tuve una enfermedad, una bronquitis, y dos o tres semanas antes de la Vuelta estaba en altura y tuve que bajar a casa para recuperarme. El equipo confiaba en mí, pero yo tenía mis dudas de si quería ir a la Vuelta o no estando así. No quieres hacer una Vuelta y estar mal y también piensas que le quitas el puesto a un compañero que también podía estar fuerte pero vi que día a día estaba un poco mejor. Llegaba un poco más pensando en buscar fugas, más en la segunda semana que era dura, pero sin querer me metí un poco en la general y el equipo quiso que siguiera así», cuenta.

En los planes de Abel tampoco estaba disputar la clasificación general en la Vuelta. Pero una cosa lleva a la otra y se vio defendiendo su puesto como mejor español en lugar de luchar por las etapas. «Es mucho desgaste, luchar todos los días mientras hay gente que se reserva muchos días para ganar alguna etapa lo hace más complicado. No es fácil estar en la general y estar en lucha por las etapas, la fatiga al final es mucho mayor», confiesa.

«Mi padre iba en bici toda su vida y mi hermano más grande, también. Me quedaba solo en casa siempre y tenía ganas también de probar »

Abel, como tantos, comenzó a montar en bici por casualidad. «Mi padre iba en bici toda su vida y mi hermano más grande, también. Me quedaba solo en casa siempre y tenía ganas también de probar y con 13 años me compraron mi primera bici de carretera. Antes hacía BTT y me gustaba mucho también, pero la carretera me gustó mucho más», recuerda.

Durante un tiempo Balderstone fue también un reclamo publicitario. A cambio de 50 euros cualquier aficionado podía permitirse entrenar con él, que ya era profesional. «Un chico quería empezar un negocio de salir con gente profesional y me llamó. Es de cerca de casa, me llamó y me dijo ‘‘a ver si la gente se anima’’. Sí que vinieron no sé cuántas personas pero fue una cosa improvisada, por un amigo que quería hacer eso. La gente quiere salir contigo y preguntarte curiosidades de ciclismo, de carreras profesionales», dice. Ahora Abel tendría muchas más cosas que contarles.

El «pique» con Guardeño y el World Tour

►«Hay un pique sano», confesaba durante la Vuelta Jaume Guardeño, compañero en el Caja Rural y de habitación de Balderstone en esos días. «Hemos compartido habitación en muchas carreras y esta es una más al final. Vernos ahí los dos luchando por el Top 15 es bonito y lo recordaré siempre», contaba Jaume. La experiencia les ha valido a Abel y a él para llamar la atención de equipos más grandes, de estructuras del World Tour. Pero Caja Rural ya se ha asegurado la continuidad de Balderstone durante dos temporadas más. Hasta 2027 seguirá en el equipo navarro si no lo saca antes algún equipo del World Tour.