Combate nulo en el Macizo Central

Había prometido venganza y no ha esperado mucho para tratar de darle la vuelta al Tour. Pero el último combate por la victoria del próximo domingo en París resultó nulo. Pogacar trató de consumar el vuelco, pero Vingegaard se pertrechó muy bien y aguantó los tres intentos del esloveno en la Croix Neuve.

Esta vez, por cierto, el líder del Tour tuvo que responder en solitario, porque UAE sí consiguió desarbolar al Jumbo-Visma después de toda la etapa tirando. En la entrada al muro final de la jornada, Rafal Majka aumentó el ritmo y dejó el grupo de favoritos en los huesos. Pogacar hizo el resto, pero esta vez no pudo devolverle la de Granon. Así que el maillot amarillo sigue firme sobre los hombros de Vingegaard.

Lo que sí pudo hacer Pogacar fue asentarse en la segunda posición de la general a base de sacarle 17 segundos a Geraint Thomas, que no tenía una subida especialmente favorable a sus condiciones como ciclista. El resto de hombres importantes de la clasificación general entraron en medio minuto. Una escaramuza, más que una gran batalla, por lo que el Macizo Central ha arrojado poca luz. Sólo hay una certeza, en realidad: queda un día menos y Vingegaard lo ha salvado notablemente.

Es cierto que se le notaba al líder un poco menos de frescura que la que pudo mostrar en los Alpes. También que la subida era corta y explosiva, muy propicia para las características de Pogacar. Pero la resolución definitiva queda para los Pirineos.

Más allá de los fuegos artificiales del final, la disputa de la etapa estuvo realmente en la fuga del día. Un grupo numerosísimo de 23 ciclistas de gran nivel en el que se metieron tanto Marc Soler como Luis León Sánchez como representación española. En una de las cotas previas, Michael Matthews seleccionó el corte. Primero en solitario. Después llegaron a su rueda tres acompañantes, incluido Luisle. El resto de escapados no se dio por vencido. Pinot, Mike Woods, Rigo Urán, Fuglsang, Bettiol o Kämna no son gente a la que se pueda despachar sin más.

La distancia entre escapada y pelotón fue tal que dio tiempo suficiente para ver las dos peleas del día. De hecho, Louis Meintjes estuvo a pocos segundos de ser líder virtual Para cuando los hombres de la general empezaron a subir la Croix Neuve, Matthews ya estaba disfrutando de su victoria en meta. Pero antes tuvo que ganársela. El australiano, esprinter reconvertido a clasicómano y cazador de etapas con la edad, abrió a Luisle y se marchó solo. Pero Bettiol llegó desde atrás hasta su altura y le atacó en dos ocasiones hasta que consiguió distanciarlo. Y parecía que el italiano del Education First-EasyPost se iba a llevar el gato al agua, pero Matthews apareció de nuevo a pistonazo limpio, sobrepasó a Bettiol y logró entrar en solitario en la línea de meta.

La segunda semana del Tour termina este domingo en Carcassonne, con 202 kilómetros de recorrido y un terreno en el que soplará el viento. En teoría, día para esprinters. Pero un equipo como Ineos, por ejemplo, puede hacer un verdadero destrozo si el aire hace acto de presencia.