Entrevista

Tania Álvarez: «Cuando empecé en el boxeo, lo único que conocía eran las películas de Rocky»

La boxeadora catalana es la aspirante oficial al Campeonato de Europa. El 4 de enero se celebra la subasta para la velada

Tania Álvarez tiene solo 22 años y en su última pelea se proclamó campeona de España del peso supergallo. Ser campeona de Europa es su siguiente objetivo. Es la aspirante oficial al título y el 4 de enero tiene la primera cita, la subasta para organizar la velada. En su carrera hay diez victorias y solo una derrota, pero fue en el Madison Square Garden de Nueva York.

¿Cómo es boxear en el Madison Square Garden?

La experiencia de estar allí, una pasada, nada que ver con cómo se vive el boxeo aquí. Ver tanta afición y esos escenarios, todo tan grande, fue una pasada, de verdad.

Coincidió con el combate entre Amanda Serrano y Erika Cruz. ¿Qué significa que un escenario como ese se abra para combates de fondo femenino?

Fue muy emocionante, un orgullo, poder compartir la cartelera con ellas y haber podido pisar el ring del Madison.

¿En el Madison le dio tiempo a ver el combate de Amanda Serrano y Erilka Cruz?

Sí y no. Lo pudimos ver, pero estábamos muy lejos y no lo pude ver bien, pero sí que estuvimos ahí y lo pude presenciar.

¿Se ha fijado en alguna boxeadora como referencia?

Cuando empecé con el boxeo lo único que conocía eran las películas de Rocky, no conocía más, y luego poco a poco sí que fui conociendo más boxeadoras, no tengo ninguna en concreto como referente, pero sí que voy viendo lo que van haciendo y eso en conjunto es lo que me llevo.

«Fue una pasada boxear en el Madison, nada que ver con cómo se vive aquí el boxeo»

¿Cómo empezó a practicar boxeo?

La verdad es que por pura casualidad y curiosidad. Yo desde pequeñita he practicado deporte, pero cada año iba cambiando porque empezaba uno, no me enganchaba, iba probando, y con 14 años en mi casa se habló de un gimnasio de boxeo que estaba cerca, que era el gimnasio de Toni [Moreno, su entrenador] en Castellbisbal, se lo propuso mi madre a mi hermano, pensando que a él le podría gustar, y al escucharlo me entró esa curiosidad de pues voy yo también y lo pruebo. Y fue el primer deporte que empecé, me gustó, me enganchó, quise seguir, y de hecho viendo a los boxeadores amateurs y profesionales que peleaban, me entró el gusanillo y dije «lo quiero probar». Al probarlo vi que era lo mío y que me quería dedicar a esto.

¿Qué tiene el boxeo para enganchar tanto?

La adrenalina que sientes. Siempre digo que las sensaciones que he tenido peleando y entrenando no las encuentro en ninguna otra parte.

¿En casa le decían que el boxeo era para su hermano o la entendieron?

No es que me dijeran que era para mi hermano, es que lo ofrecieron como un entrenamiento, ir a entrenar y ya está. Y cuando llegué un día y les dije «quiero empezar a tener contacto en el gimnasio» ya fue como «uy, dónde se está metiendo». Y ya cuando les dije que me que me quería dedicar a esto me decían «es que podías estar haciendo cualquier cosa». Pero ellos al verme pelear, la ilusión con la que lo hago, el sacrificio que pongo, me apoyan muchísimo.

¿Ahora cómo lo ven?

Ahora lo ven muy bien. Les encanta, les hace tanta ilusión como a mí y me están acompañando en todo el camino y en todo el proceso.

Dice que se ha fijado mucho en Kiko Martínez. ¿Qué tiene él para ser una referencia?

Kiko lo que más me ha aportado es que él ha vivido por y para el boxeo y todo ese sacrificio, esa vida de monje, es lo que me ha inculcado a mí. He visto que tengo que llevar ese estilo de vida si quiero llegar a ser campeona.

Y ya lo ha practicado.

Sí, lo he hecho para el campeonato de España, me fui a una habitación en Castellbisbal, a dos minutos del gimnasio, alejada de mi familia, de mis amigos, de todo y sólo centrada en el campeonato, en entrenar, en descansar y en competir. Y allí en dos meses el progreso ha sido mucho más grande que en los años que llevo de profesional.

En esos dos meses ¿no tuvo un momento de debilidad, de decir «me voy a mi casa»?

No. Sólo fue el primer día de estar sola en la habitación, de ese choque de realidad de decir «es que realmente no sé convivir conmigo misma». Pero poco a poco le vas cogiendo el gustillo, vas viendo que los resultados van saliendo y termina la concentración y estás pensando cuándo va a ser la siguiente y cuándo te vas a concentrar otra vez.

¿Cómo es ese camino de autoconocimiento?

Te vas conociendo más a ti misma, aprendes a pasar tiempo a solas contigo y ves realmente qué es lo que te va bien y quién eres realmente.

¿Qué es lo más duro de la preparación? Muchos boxeadores hablan de mantener el peso.

Antes para mí sí que lo era. Me costaba mucho seguir la dieta, no comer dulces y que fuera todo tan estricto. Pero una vez que te acostumbras y que coges esa rutina ya no te apetece comer tantas guarradas, buscas que sea todo más limpio.

¿Se salta la dieta después de un combate?

Después de un combate, sí, pero ya no es como antes. Antes podía terminar un combate e igual subir diez kilos de golpe. Ahora sí me apetece un trozo de tarta, un helado o algo, pero ya no es tan exagerado.

Supongo que todo eso está relacionado con el autoconocimiento y con tener un objetivo.

Claro, claro. Antes llegaba a entrenar y ya no podía centrarme sólo en el siguiente combate, me tenía que centrar en todos esos kilos que había cogido de más. Y ahora vuelvo en el peso en que tengo que estar y ya nos podemos enfocar en la preparación.

Ahora ¿su objetivo cuál es?

A corto o medio plazo es el campeonato de Europa, de hecho soy la aspirante oficial, y a largo plazo, llegar a ser campeona del mundo y poder dedicarme a vivir sólo del boxeo.

«Es complicado vivir del boxeo. Trabajo de recepcionista en el gimnasio y también limpio una casa»

Es complicado para cualquiera vivir del boxeo en España. ¿Para una mujer, más?

No creo que sea más complicado para una mujer que para un hombre, pero en general es complicado para todos. Yo, por ejemplo, lo tengo que compaginar trabajando como recepcionista en el gimnasio y limpio también una casa.

¿Se le hace duro no poder estar centrada en el deporte?

Se me hace pesado. Pienso «podía estar en mi casa descansando y tengo que estar aquí limpiando», pero por ahora es lo que hay que hacer, porque si no, no tengo la gasolina para irme a entrenar, por ejemplo.

¿Ha tenido contacto con Joana Pastrana o con Miriam Gutiérrez, las últimas referencias del boxeo femenino en España?

Con Joana, nada. Miriam sí que me ha respondido por Instagram a algún comentario o algo y ya está. Me da ánimos y me dice que lo disfrute.

No es una historia fácil la de Miriam. ¿Le sirve de inspiración?

Yo al final lo hago por mis sensaciones y por lo que yo vivo dentro del boxeo. Otra cosa es que yo admire cómo lo hizo ella, pero yo el boxeo lo vivo desde mi historia, desde cómo me siento yo y lo que voy viendo.

¿Y figuras más lejanas como María Jesús Rosa? Participó en un documental sobre ella.

Yo cuando vi el documental no estaba al tanto de cómo era antes. Y ahí fui realmente consciente de que gracias a ella se han abierto muchas puertas y se está abriendo el camino.

¿Es muy complicado encontrar patrocinadores?

Cuesta mucho. De hecho al volver del Madison lo intentamos, pero sin éxito. Y ahora, poco a poco estamos con una agencia que nos está ayudando mucho y por ahí parece que vamos a ir encontrando, pero sí que cuesta.

Hace falta también el apoyo de la televisión.

Sí. y ahora mismo no se retransmiten combates de boxeo por televisión.

Es complicado también organizar veladas. ¿Asume que tendrá que pelear fuera por el campeonato de Europa o se puede traer a España?

Nosotros vamos a intentar traerlo a España. Pero eso repercute en que si lo consigues traer a lo mejor no cobras nada.

Su entrenador, Toni Moreno, la acompaña desde que empezó. ¿En qué momento le dijo que estaba preparada para competir?

Como amateur, para la primera pelea no fui yo quien se lo dijo. Fue un compañero de boxeo, Javi Serrano, con el que yo guanteaba siempre y él le dijo a Toni que quería pelear. Y ahí empecé a entrenar más seriamente, ya me dijo «tendrás que venir de lunes a viernes, porque en amateur íbamos de lunes a viernes, y ahí empecé a entrenar más con él. Y cuando llevaba ocho peleas de amateur, él me dijo «yo te veo preparada para pasar al campo profesional y si es lo que tú quieres tiramos para delante». Y ahí pasé al campo profesional.

¿Le dio vértigo pasar al profesionalismo o le pareció algo natural?

No, porque yo ya tenía claro que me quería dedicar a esto, que quería ser profesional y cuando él me dijo que me veía preparada yo lo sentía también y no me dio vértigo ninguno.

¿Sabía desde la primera pelea como amateur que quería ser profesional o fue un proceso más largo?

Yo desde la primera pelea ya lo tuve muy muy claro.

¿En cuánto tiempo se plantea poder pelear por un campeonato del mundo?

En dos años. Ese es mi objetivo. Por lo menos voy a poder todo para que pueda ser así.