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Hípica

Doma Vaquera, la doma "made in Spain"

Se trata de una disciplina cada vez más apreciada internacionalmente

Juan Carlos Guillén, jinete de Doma Vaquera Chacco Marketing

La Doma Vaquera es un reflejo vivo de tradición y cultura española que está especialmente arraigada en Andalucía y Extremadura. Su origen se remonta siglos atrás y se basa en las necesidades cotidianas de los ganaderos que trabajaban con ganado bravo. Esta forma de montar, funcional en su origen, se ha transformado en una disciplina cada vez más respetada y apreciada internacionalmente manteniendo intactas sus raíces.

Durante los siglos XV y XVI, la equitación española estuvo muy influenciada por las técnicas árabes y la mezcla de culturas generó la monta "a la jineta", una forma distinta de trabajar a caballo caracterizada por el control del animal con movimientos ágiles, rápidos y precisos. Los movimientos y ejercicios recogidos en la Doma Vaquera son herencia de los que se usaban en situaciones reales con ganado. Para ejecutarlos, el jinete utiliza básicamente las piernas y el peso del cuerpo para indicar sus órdenes al caballo. Una mano se dedica a las riendas y la otra, a la garrocha.

En 1963, un grupo de jinetes decidió hacer una demostración de los ejercicios que ejecutaban con el ganado, pero dentro de un picadero. Fue en el Real Club Pineda de Sevilla y con el tiempo fue ganando adeptos. La disciplina se oficializó en 1970 cuando la Real Federación Hípica Española estableció un reglamento formal para regular las competiciones, proteger su tradición y garantizar su integridad y autenticidad. Desde entonces, la Doma Vaquera ha crecido exponencialmente.

En las competiciones actuales, los binomios deben mostrar su destreza y la del caballo en diferentes ejercicios. Estos reúnen las habilidades necesarias en el campo y son juzgados por la precisión con la que los ejecutan. Además de su dimensión deportiva, la Doma Vaquera tiene gran significado cultural. Los más románticos de la disciplina dicen que encarna la estrecha relación histórica entre los seres humanos, los caballos y el campo. Las ferias tradicionales, como la Feria del Caballo en Jerez, ayudan a divulgar esta tradición. Los caballos se engalanan con sus monturas, cabezadas y nudos vaqueros, se trenzan las crines en castañetas y mueven los mosqueros con alegría. Los jinetes y amazonas se visten tradicionalmente, luciendo exquisitos trajes de corto y haciendo un binomio muy elegante cada vez que pasean por la feria. Instituciones como la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre buscan la conservación y difusión de la Doma Vaquera y ofrecen espectáculos que resaltan su elegancia y su complejidad técnica. Asociaciones y expertos del sector trabajan para preservar la esencia original de esta disciplina luchando contra su excesiva comercialización y enfatizando la importancia que tiene como legado cultural.