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El Barça «esconde» a Messi

El club no dice cuál es su lesión exacta en el bíceps femoral y sólo lo descarta para el sábado ante el Mallorca. «Volveré pronto», afirma Leo

Fotografía del delantero argentino del FC Barcelona Leo Messi, colgada hoy en su cuenta de 'Facebook', durante las pruebas realizadas por los servicios médicos del club
Fotografía del delantero argentino del FC Barcelona Leo Messi, colgada hoy en su cuenta de 'Facebook', durante las pruebas realizadas por los servicios médicos del clublarazon

Messi charlaba con Pinto y sonreía tras el gol de penalti de Xavi al PSG. Su cara no era de preocupación, pese a haberse retirado lesionado al descanso en el Parque de los Príncipes el pasado martes.

Messi charlaba con Pinto y sonreía tras el gol de penalti de Xavi al PSG. Su cara no era de preocupación, pese a haberse retirado lesionado al descanso en el Parque de los Príncipes el pasado martes. Tampoco lo era su caminar ayer mientras se dirigía a que le exploraran el bíceps femoral derecho para saber el alcance de su lesión. Caminaba sin cojear. Buena señal. Los primeros análisis hacían temer un rotura en el músculo maldito, el señalado por la UEFA como el más propenso a lesiones en los futbolistas, y bien lo saben en el Barcelona, porque en los últimos dos años hasta doce jugadores de la plantilla lo han tenido afectado en mayor o menor grado. Pero el diagnóstico final está incompleto.

Si de Mascherano se dijo rápidamente que tenía una rotura del ligamento interno de la rodilla y que estaría unas seis semanas de baja, sobre Messi el comunicado señala simplemente que sufre una «lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha», sin especificar si es una rotura, una elongación, una contractura... «Es baja para el partido de Liga del sábado [ante el Mallorca] y su evolución marcará su disponibilidad de cara a los próximos compromisos», continúa la nota. El club juega al despiste y mantiene en el aire la presencia de la estrella azulgrana para la vuelta contra el PSG el miércoles, aunque su participación parezca difícil o arriesgada. «Las microrroturas suelen suponer unas dos semanas de baja. Por debajo es complicado salvo que sea algo muy pequeño. Si son roturas de dos o tres centímetros estaríamos hablando de un mes o así», explica para este periódico el doctor Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte.

Sería extraño por tanto que Messi sufra una rotura, o bien el Barça quiere mantener la incertidumbre porque no es lo mismo jugar con Leo que sin él. Contra el PSG le echó de menos en la segunda parte, en la que el equipo jugó mejor, pero le faltó la definición del argentino. «El susto fue grande. De los males es el menor, pero no hay que poner fecha con la lesiones musculares», opinó Alves. «Volveré pronto, por suerte no fue mucho», dijo el propio Messi en su cuenta de Facebook, palabras acompañadas de otras de ánimo a Mascherano. En caso de ser un músculo dañado anteriormente habría que tener más cuidado, pero el «10» azulgrana lleva bastante tiempo sin molestias en esa zona. La última vez que sufrió una rotura en el bíceps femoral derecho fue en marzo de 2006. En el izquierdo, en marzo de 2008, en un partido de la «Champions» ante el Celtic. Desde ahí no había tenido ningún problema muscular serio, al contrario que sus compañeros. Este año lo han padecido Alves, Xavi y, los últimos, Adriano y Jordi Alba. «Sería un reto sacar la eliminatoria sin Messi, demostrar que podemos competir sin él», dijo Alves ayer. Habrá que esperar para ver si tienen que hacerlo.

Alves apunta a Mourinho

«Cuando se presiona al árbitro, condiciona muchísimo», dijo Dani Alves sin dar nombres. Después de ser preguntado, aclaró que sí, que se refería a José Mourinho, aunque no dijera su nombre. «Todo empezó con quien empezó. Protestas como ésa influyen y los árbitros empiezan a pensar que si pitan una cosa o no van a ser mal vistos por los entrenadores», continuó el brasileño. El técnico del Madrid metió a Wolfgang Stark entre los árbitros que ayudaban al Barça, pero el alemán no tuvo su noche el pasado martes, sobre todo en el 1-1. «No es posible que un fuera de juego de dos metros no se vea, pero no podemos protestar porque después nos dirán que somos llorones», concluyó Alves.