Fútbol

El descenso al porno de futbolistas profesionales

Danny Mountain es solo el último de una lista de jugadores que encontraron una salida en el mercado del sexo

Numerosos deportistas han encontrado en la web erótica un negocio más que rentable
Numerosos deportistas han encontrado en la web erótica un negocio más que rentableArchivoLa Razon

La vida del ex madridista Antonio Cassano habría dado un giro de 180 grados de haber aceptado la estrambótica oferta del legendario actor porno y productor, Rocco Siffredi, para rodar una película “triple X”. Otro ex futbolista del Real Madrid, Cristian Karembeu, también confesaba en una entrevista que de no ser jugador le habría gustado ser “médico o actor porno”. En ambos casos, no se hizo realidad su incursión en el cine erótico.

Sin embargo, otros futbolistas profesionales, acuciados por las lesiones, arruinados o sobrepasados por la presión que rodea al deporte rey, sí encontraron una salida en el mercado del sexo.

Esta semana ha levantado una gran polvareda la historia de Danny Mountain.La prometedora carrera deportiva de Mountain se acabó demasiado pronto. Formado en la cantera del Southampton, donde estuvo entre los 9 y los 16 años, una grave lesión de rodilla le obligó a retirarse en plena adolescencia y cuando equipos como el Chelsea, Arsenal, Tottenham o West Ham se habían interesado por él. Fue un golpe duro para quien a su corta edad ya había acumulado un buen puñado de elogios.

A los 19 años su vida dio un nuevo giro tan imprevisto como espectacular. A la chica con la que estaba saliendo en ese momento le ofrecieron entrar en la industria del porno, algo que ella rechazó, y fue Mountain quien terminó trabajando en el cine para adultos. Desde entonces ha rodado más de 600 películas y es uno de los actores porno mejor pagados del Reino Unido. Sus ganancias superan los 1,2 millones de euros, tiene cuenta en la web para adultos Only Fans y ha estado casado con dos actrices porno, Eva Angelina, entre 2007 y 2009, y Mia Malkova, entre 2014 y 2018.

Pero el caso de Danny no es el único. Otros futbolistas profesionales también se embarcaron en un controvertido viaje al mundo del porno. Estos son algunos de los casos más sonados:

Davide Lovinella

La carrera del futbolistas es muy sacrificada y no siempre tiene recompensa. Son pocos los que triunfan. Algunos quedan en el camino y otros siguen intentándolo en clubes modestos con la esperanza de dar el salto. Aunque a veces, las necesidades tocan a la puerta y todo se hace más complicado. O más emocionante, como fue el caso del italiano Davide Lovinella, quien cambió el fútbol por el cine porno de la noche al día.

Todo comenzó cuando este jugador de 24 años vio que no ganaba suficiente dinero en el ASD Calcio Pomigliano de la Serie D italiana, la cuarta división. No vio la posibilidad de seguir evolucionando en el mundo del fútbol y por ello decidió buscar un trabajo alternativo que le permitiera mejorar su capacidad económica: se hizo gigoló para poder ganar dinero.

‘Dadà’, apodo que tiene desde sus días como jugador, tenía tanto éxito en una web de citas sexuales que le ofrecieron hacer un casting de actores porno. Había 3000 candidatos pero un colaborador del famoso actor, productor y director Rocco Siffredi le vio talento y le ofreció viajar a Budapest para entrar en la Siffredi Hard Academy, la universidad creada por el reconocido personaje de la industria de películas para adultos. Davide conoció a Rocco, quien se transformó en su mentor y lo bautizó Davide Montana.

Jonathan de Falco

Es sin duda unos de los casos más polémicos. En un mundo como el fútbol, donde la homofobia sigue muy presente, dar el salto a “actor porno gay” es todo un escándalo. El defensa belga, Jonathan de Falco, de 36 años, es uno de los casos más peculiares del mundo del fútbol. El jugador profesional decidió dejar el mundo del deporte muy joven, en el 2011, tras confesar su homosexualidad.

Jonathan jugó al nivel más alto profesional en equipos de la liga belga. Comenzó como defensa en el FC Bruselas (Segunda División de Bélgica), donde tuvo una actuación plagada de lesiones. Después fue traspasado al Oud-Heverlee Leuven, en 2004, de la tercera división. Aquí fueron sus años más gloriosos logrando el ascenso a Segunda División con el equipo. Cuando dejó de ser titular, fichó por el KMSK Deinze hasta acabar en el Zottegem, relegado en la Cuarta División belga. Entonces, decidió retirarse en el Racing de Malinas, donde jugó una única temporada y terminó colgando las botas tras confesar abiertamente ser homosexual.

Tras dejar el fútbol por distintas lesiones, el belga inició varios negocios como empresario montando un centro de fisioterapia con un salón de masajes, más tarde se introdujo en el mundo de la noche bailando en las discotecas más famosas de Bruselas y, finalmente, acabó adentrándose en el cine porno, su actual trabajo. A día de hoy, De Falco es actor porno gay, bajo el seudónimo de ‘Stalone Falcone’ (Halcón semental, traducido al español) y productor de la industria X.

Cathal McCarron

Cathal McCarron
Cathal McCarronInstagramLa Razon

Un casi similar es de Cathal McCarron, un futbolista irlandés que se declara heterosexual pero que en 2014 tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre: comenzó a hacer porno gay. Como muchos otros jóvenes futbolistas, dedicó su adolescencia de pleno al balón para conseguir llegar a profesional pero como muchos otros jugadores profesionales se vio envuelto en problemas con el juego, el alcohol o los escándalos sexuales.

Cathal McCarron desarrolló una adicción al juego que le hizo acumular grandes deudas – con 21 años ya debía casi 300.000 euros – lo que le llevó a tomar la salida desesperada del porno gay. Con una vida corta pero intensa, Cathal decidió en 2016 contar su historia en una autobiografía que se tituló “Out of Control” (”Fuera de control”).

Adrián Mutu

Adrián Mutu
Adrián MutuArchivoLa Razon

El delantero rumano iba para gran estrella pero acabó estrellado cuando entró en una espiral de escándalos relacionados con las drogas, el sexo e incluso la mafia.AdriánMutu comenzó su carrera en el FC Argeș Pitești, club en el que marcó 13 goles en 20 partidos, unos números que le permitieron en 1998 recalar en el Dinamo de Bucarest, con quien ganó la Liga y la Copa de Rumania en 1999.

A mitad de la siguiente temporada fue fichado por el Inter de Milán, donde sólo jugó 10 partidos. Fue traspasado en verano del año 2000 al Hellas Verona y allí volvió a reencontrarse con su mejor versión. Tras dos temporadas fichó por el Parma, donde acabó de explotar. Sus 18 goles en 31 partidos atrajeron al Chelsea de Roman Abramovich, que lo fichó en verano de 2003.

Sus inicios no pudieron ser mejores. Cuatro goles en sus tres primeros partidos como ‘blue’ le convirtieron en una pieza cotizadísima que, sin embargo, no fue capaz de mantener una mínima regularidad. Su entonces técnico, Claudio Ranieri, le reprochó su poca implicación y su desordenada vida nocturna. La situación no hizo más que empeorar con la llegada de Jose Mourinho en el verano de 2004.

Aquel año fue fatídico para Mutu. Su rendimiento era pésimo y se saltaba los entrenamientos así que el clun decidió someterlo a un control antidoping. Resultado: positivo por cocaína.

Por consejo de sus abogados Mutu reconoció el consumo de esa sustancia y explicó que lo hacía mejorar su rendimiento sexual porque en aquella época alternaba con actrices porno en Londres. A partir de ahí aparecieron diversos vídeos porno del jugador.

Entre las decenas de escándalos en los que estuvo inmerso, destaca uno del 2004, en el que fue captado por un periódico teniendo sexo con la actriz porno Laura Andresan y chupándole la sangre.

Hoy, a sus 42 años, Mutu se ha alejado de su escabroso pasado y es entrenador de la selección sub 21 de Rumania.