Historias del balón
Los entrenadores más efímeros de la historia: entre 10 minutos y una semana
La primera jornada de la Champions ya se ha cobrado dos víctimas
Llegan las curvas de septiembre para los entrenadores. Sin duda, un momento tentador para que los presidentes decidan recular y apostar por un nuevo proyecto con un margen bastante amplio de tiempo. Tuchel esel primer gran técnico en ser destituido en lo que llevamos de temporada y en estos días todo apunta a que Lopetegui podría pagar el mismo peaje. El alemán solamente dirigió al equipo en siete partidos.
Existen un sinfín de casos donde se han dado este tipo de situaciones. Uno de los más llamativos es el de Ander Garitano que duró siete días en el Real Zaragoza (2007-08) tras presentar su dimisión por razones personales. Curiosamente, llegó a debutar ante el Murcia (3-1), pero esas buenas sensaciones no evitaron el triste final. Quique Sánchez Flores también experimentó esta situación. En la temporada 2014-15 solamente duró 52 días en el cargo tras unas fuertes discrepancias con los directivos dirigiendo siete partidos. “Fue por una decisión personal, producto de una reflexión vital”, confesó. Otro de los técnicos más sonados es el de IselínSantos Ovejero. El argentino llegó al Atleti en la campaña 90-91, pero ni siquiera llegó a estrenarse porque el club colchonero fichó rápidamente a Tomislav Ivic en un cambio de pensamiento exprés. Cosas del fútbol, Ivic no terminó la temporada y volvió Ovejero para el tramo final donde gana la Copa.
En estos casos surrealistas también hay que mencionar el ‘asunto Camacho’. Su primera etapa como técnico en el Real Madrid (1998) fue de las más breves que se recuerda: solamente 22 días, donde ni llegó debutar en partido oficial debido a varios conflictos con Lorenzo Sanzrelacionados con la política de fichajes.
Marcelo Bielsa también aparece en esta lista, justamente en 1998, cuando fichó por el Espanyol en un proyecto exigente donde el objetivo era meterse en Europa, pero este objetivo fue cuanto menos diferente a la realidad. Tres derrotas, dos empates y una victoria fueron su bagaje antes de su adiós. Pero lo más sorprendente es que en la Lazio duró dos días al contado. El estratega firmó su contrato y horas después se dio cuenta que no estaba en el lugar adecuado. La marca más fugaz de tiempo le corresponde a Leroy Rosenior con el Torquay United (2007) de la Conferencia Nacional Inglesa tras 10 minutos y darse cuenta de que estaban valorando a otro entrenador de manera paralela. En el mercado internacional reciente también aparece Gattuso. El italiano llegó en junio de 2021 a la Fiorentina y tardó menos de un mes en dejar su puesto por conflictos con la presidencia.
¿Dimitir o ser despedido?
En el mundo del fútbol los resultados mandan y el primer perjudicado siempre es el técnico. Los entrenadores, en muchas ocasiones, prefieren dimitir antes de ser cesado por un tema de honor. Eso sí, cuando esto sucede el técnico no consigue ningún tipo de finiquito al haber renunciado de manera propia. Uno de los ejemplos más evidentes es el de Jorge Almirón cuando renunció a seguir en el Elche (2021). Era un secreto a voces que el club no quería contar con él después de unos malos resultados. En 2021 también hubo un polémico caso con Villas-Boas y el Olympique de Marsella, donde reconoció en rueda de prensa: “He dimitido, quiero que me dejen irme”. Son casos muy puntuales que pocas veces se ven, sirva de ejemplo que tanto Lopetegui como Tuchel conocían que habían perdido la confianza de la entidad.
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