Fútbol

Francia

Amores difíciles

Míchel y a Martín Vázquez no consiguieron la adhesión unánime del Bernabéu
Míchel y a Martín Vázquez no consiguieron la adhesión unánime del Bernabéularazon

Martín Vázquez era el jugador más técnico de la Quinta del Buitre. Manejaba las dos piernas, lanzaba faltas, metía goles y tenía capacidad para dirigir al equipo. Un futbolistas con unas cualidades extraordinarias qeu nunca convenció a la grada: lo veía frío y hacía bromas sobre su forma de jugar. Martín Vázquez se fue a jugar a Francia y a Italia, en busca de aire y más tarde volvió al Real Madrid. En un Madrid-Atlético sustituyó a un compañero y se llevó la bronca de los socios. Era 1994, la hemeroteca recuerda el desconsuelo del futbolista: «El público es así. A lo largo de 11 años he visto de todo. El público del Bernabéu es especial. Hay que seguir aunque sea dificil jugar viendo como se mueve esto...», decía. Que el público del Bernabéu es especial ya lo sabía su compañero Míchel, otro jugador con talento que un día, en un partido contra el Espanyol, cansado de la actitud del Bernabéu, se marchó con el partido jugándose.

Benzema está viviendo lo que han sufrido muchos futbolistas con clase del Real Madrid, que asombraban con su estilo al público, pero no le llegaban a convencer. Les faltaba una carrera de más o más intensidad o una gota de sudor. Benzema ha empezado la temporada con una media de goles superior a los años anteriores. Hizo un gran partido contra el Galatasaray en la Liga de Campeones, donde sólo Di María corrió más que él y, sin embargo, está notando más que nunca como el Bernabéu se divide en torno a su figura. El francés es uno de los amores difíciles, a veces imposibles, entre la grada y los futbolistas. Amores que sólo crecen cuando el jugador se ha retirado.

Manolo Velázquez, otro clásico, un canterano, había vivido al lado del estadio. Siempre se le consideró como un futbolista con una técnica deliciosa y nunca consiguió emocionar a la afición. Velázquez era de esos futbolistas, como Benzema, a los que la grada considera que nunca lo deja todo en el campo, que juegan al fútbol tan fácil, que nunca se entregan del todo.

«El Bernabéu siempre ha sido muy crítico, esperan demasiado de los jugadores y es justo porque en la historia del Real Madrid han pasado los mejores. Esperan un gran fútbol», aseguró ayer Ronaldo Nazario. Velázquez fue de los primeros en sufrirlo, Míchel y Martín Vázquez lo vivieron con intensidad. Al club, por derecho propio, se une Guti, uno de los más talentosos que ha salido de la cantera en los últimos años y al que el madridismo, que le comparaba con Raúl. Guti es uno de los futbolistas que más pitos y murmullos se ha llevado del Bernabéu. Él decía que le motivaban y le costó mucho cambiar la opinión. Puede, en realidad, que nunca lo hiciese.