Arandina - Real Madrid (1-3): Güler luce su clase y Brahim confirma la suya

En una falta en la primera mitad, al borde del área de la Arandina, Arda Güler cogió el balón y aunque Ceballos se lo pidió, el joven jugador turco, que debutaba con el Real Madrid se negó a dárselo. No ha podido jugar toda esta temporada por culpa de las lesiones y a ver cuándo va a tener otra posibilidad de tirar una falta tan cerca del área riva. Güler, tímido al llegar al Madrid este verano, se hizo con la pelota, la puso donde debía y con la pierna izquierda, por encima de la barrera, la mandó al palo. Le faltó un pelo para completar un debut soñado.

No estuvo mal, de todos modos. Estuvo muy bien, en realidad, sin complejos, con llegada al área y listo para aportar más esta temporada si las lesiones se lo permiten, que parece que sí. Güler ya ha dado el primer paso: llegar y debutar, ahora le queda pelear por un puesto como peleó por esa pelota con Ceballos para tirar la falta. Ser titular en el Real Madrid exige un talento, constancia y personalidad que sólo tienen los elegidos y aún así no tiene por qué conseguirse.

Que se lo pregunten a Brahim, el futbolista que decidió el encuentro en Aranda de Duero, en la segunda parte, después de que al descanso el encuentro se marchara con empate a cero y por tanto, con algo de esperanza para el equipo local. Pero Brahim está en ese punto en el que sabe que si quiere jugar en el Real Madrid no puede ceder en ningún momento. Ha sido titular mientras Vinicius estuvo lesionado, pero en cuantro el brasileño se recuperó, Brahim se fue suplente contra el Mallorca. Su salida en la segunda parte dio aire al Real Madrid en ese partido contra el Mallorca y sus acciones rompieron el encuentro de la Copa del Rey.

Forzó el penalti y marcó el segundo gol, suficiente para acabar con un rival animoso, pero con carencias. La mejor arma de la Arandina eran los saques de banda Pesca, que eran centros a puerta desde cualquier lado. Fue así como tomó cuerpo y se fue haciendo un espacio en el partido después de que el Real Madrid comenzase dominando, sin querer dejar las cosas para más tarde.

Como aseguró Ancelotti hubo cambios en el equipo, con Camavinga en el centro, una defensa con tres jugadores del filial más Nacho y Joselu arriba. Un equipo para dar minutos, suficiente para superar la papeleta del estreno en la Copa. Hacía frío en Aranda de Duero, pero no llovía y el campo, aunque dio algunos problemas en los botes, permitía jugar.

Por eso jugó el Madrid, con Ceballos corriendo como siempre, pero con Brahim siendo el de verdad decisivo y Güler llamando la atención.

Le costó sin embargo al conjunto blanco hacer daño de verdad y la primera parte terminó sin goles y con la sensación de que el equipo grande tenía todo bien encaminado, pero, oye, quién sabe.

Lo sabía Brahim, uno de los mejores regateadores de LaLiga, un futbolista al que Ancelotti tiene que sacar todo su jugo. Él forzó penalti y, por primera vez esta temporada, Joselu lo marcó. Después, Brahim y Rodrygo sentenciaron el partido. A la Arandina ya le daba igual: marcó al final y eso valió la noche.