
Champions
Así ha sido el "piscinazo" de Theo que fue el comienzo del fin del Milan, eliminado por el Feyenoord, en la Chmpions
El lateral vio la segunda amarilla y fue expulsado por un «piscinazo» al comienzo del segundo acto, lo que frenó a su equipo, que se había adelantado y dominaba con claridad. El gol de Carranza clasifica al Feyenoord

Theo Hernández intentó engañar al árbitro, el polaco Szymon Marciniak, y fue seguramente una de las peores decisiones de su carrera deportiva. Su «piscinazo» le costó una amarilla que el colegiado le mostró sin dudar. Ya tenía otra, con lo que el Milan se quedó con diez jugadores al comienzo de la segunda parte. No se sabe qué hubiera pasado sin esa acción, pero sí se sabe que desde ese momento el conjunto italiano ya no tuvo ninguna oportunidad más clara y Carranza marcó el gol del empate que el Feyenoord necesitaba para meterse en los octavos de final de la Champions.
El drama para Theo es doble, porque la primera tarjeta también es más que evitable. Moussa le intentó regatear, y el lateral izquierdo le sujetó de manera constante de la camiseta y le acabó haciendo casi una llave de judo. Era en el centro del campo y no cortó ni un contragolpe ni ninguna acción de peligro. Fue más un calentón. La jugada casi acaba en trifulca entre los dos equipos. Sólo tuvo como consecuencia esa tarjeta que resultaría letal. Tal vez Marciniak pudo haber contemporizado un poco en la segunda amonestación, pero eso no hace justificable la acción del defensa. Se hizo el despistado, como si no entendiera nada, pero no coló.
Theo fue el villano de un encuentro en el que podía haber salido a hombros. En la primera parte, estrelló en el poste un rechace, después de que Wellenreuther despejara un tiro de Joao Félix, que hubiera puesto el 2-0. El Milan tenía ante sí la misión de remontar el flojo partido que había hecho en la ida. Era sólo un gol de desventaja y al haber desaparecido el valor doble de los tantos fuera en caso de empate, la tarea no parecía imposible. Se puso muy de cara para los de Conceiçao cuando Giménez mandó a la red la primera llegada de los italianos, al rematar de cabeza una jugada en la que no tuvo contundencia el Feyenoord.
El delantero mexicano no quiso celebrarlo. Ha jugado la fase de grupos de la Champions con los neerlandeses, además con mucho protagonismo, pues marcó cinco goles para permitir que se clasificaran para el playoff. Esas dianas en Europa le hicieron fichar por el Milan y la suerte lo enfrentó a su exequipo. Los italianos también se reforzaron con Joao Félix. Con su nuevo ejército ofensivo, se las prometían felices. En la primera parte lo hicieron todo para ya ponerse por delante en la eliminatoria. Aparte del gol y el palo, tuvieron varias oportunidades importantes más. Leao era un tormento por la banda izquierda y Joao mandó alto un remate después de un control extraordinario. Se quedó a medias y no tuvo reacción tras la expulsión de Theo, que llegó demasiado pronto, en el minuto 51. El caudal en ataque terminó. Se atascó el Milan y apareció el Feyenoord por la portería de Maignan. Lo que empezó Theo, lo completó Carranza con su cabezazo.
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